Una esposa para el kazekage | GAAHINA

rojo y azul

Ya avía amanecido, ya tenía tiempo estando despierta pero no tenía ganas de levantarse. simplemente no hubiera querido despertar esa mañana, en especial por que hoy tenía estar presente con los preparativos de la boda, la agobiaba pensar en que en tan solo unos días tenía que estar caminando hacia el altar.

- Al menos Hanabi estará conmigo... - suspiro resignada y se dispuso a salir de su cama, pronto vendrían por ella para iniciar su día. Tenía que tratar de lucir lo mejor posible así que se dispuso a entrar a la ducha para darse un baño.

- Hinata- sama - escuchó tenuemente desde el baño, era la voz de su maid que al parecer se dio prisa de ir por ella. Rápidamente contesto el llamado.

¡puede pasar mai-san! - después de esas palabras la puerta de su habitación se abrió o al menos eso es lo que pudo escuchar desde el baño.

- Hinata-sama vine para déjale su vestimenta y informarle que tienen una reunión con su padre  tiene que ir lo mas pronto posible - la maid se retiro, dejando sola a Hinata con sus pensamientos.

"¿Para que mi padre me querría en su oficina lo mas pronto posible?"

Que otra cosa tendría, ¿Qué otra mala noticia? ha este punto podía esperar cualquier cosa de el.

La peliazul caminaba dudosa hacia la oficina de su padre, estaba segura de que no serían buenas noticias para ella. Pero aun así se daba fuerzas para enfrentar de nuevo cara a cara a su padre, aunque sintiera pavor.

Cuando estaba por fin frente a la puerta de su padre se dispuso a abrirla con sus manos temblorosas. al abrir la puerta fue segada por la luz que entraba de uno de los grandes ventanales.

- Hinata, me alegra que finalmente nos acompañes - Le dio la bienvenida su padre.

- Me informaron que quería verme - La menuda chica  se encontraba haciendo una reverencia ante su padre estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de otra persona en la habitación.

- Puedes levantarte - ordeno - Veras Hinata te mande a llamar por que quería presentarte a alguien - Hinata alzo la mirada - El es tu prometido  Sabaku no Gaara - el patriarca se levantó y se dirigió hacia la puerta - Los dejare un momento para que conversen - si mas que decir como le era costumbre el hombre salió de la habitación dejándolos solos.

fueron unos interminables minutos de silencio para los dos, ninguno se atrevía a hablar primero. Gaara era una persona de pocas palabras que disfrutaba mas de la tranquilidad, al igual que Hinata, eso era algo que los dos sin saberlo tenían en común.

Hinata trataba de ignorar la presencia de el pelirrojo jugando con sus dedos pero eso no le ayudaba en mucho.

De pronto un suspiro rompió con el perfecto silencio que mantenían.

-  En su mayoría yo aprecio el silencio, pero creo que esta vez comenzare a hablar antes de que llegue tu padre - Hinata asintió sin despegar la mirada del piso.

- Me pareció lo mas adecuado háblalo contigo a solas y saber tu opinión sobre el tema - Gaara se acomodo en su lugar para adoptar una postura mas relajada - Antes que nada quería decirte que todo esto es una farsa.

Hinata alzo la mirada para ver por primera vez a el pelirrojo a la cara. Había cambiado mucho desde la última vez que lo vio, se veía mas adulto y menos sombrío que como hace unos años, avía cambiado su atuendo, pero aun seguía usando el color rojo, su cabello estaba arreglado de otra manera y en general se veía mas... ¿atractivo?¿esa era la palabra que estaba buscando? 

-¿A-a que te refieres con eso? - pregunto, saliendo de sus pensamientos.

- A lo que me refiero, es que este asusto de la boda no es mas que una farsa para evitar que sea casado con alguien elegido por el consejo de mi aldea. Lamento no haberte informado antes para que no te preocupes, pero no quería que tu padre se enterara. Se perfectamente como se siente cuando te obligan a hacer algo que no quieres - el pelirrojo rasco su nuca algo apenado.

La ojiperla suspiro aliviada de saber que todo era una farsa aunque aun estaba procesando toda la información 

- no quiero que mal interpretes mis acciones, no planeo nada contigo, de echo la primera regla para que esto funcione es no enamorase. Si gustas puedes poner tus propias reglas, las mías solo son dos - El pelirrojo alzo dos dedos - No quiero tener ningún lazo afectivo, que no sea amistad entre nosotros dos, no me malinterprete usted es una mujer muy bella, pero no busco una esposa de verdad - La peliazul enrojeció ante el alago hacia su persona - El segundo es que quiero suma privacidad sobre este tema, no quiero que ninguna persona mas que usted y yo sepamos de este tema. Usted podrá tener completa libertad de sus decisiones y no estará limitada por mi ni por su padre solo tiene que aparentar que somos un matrimonio feliz y acompañarme a algunos eventos - sin mas que decir el pelirrojo guardo silencio para deja hablar a la mujer delante de el. 

- ¿Tiene algo que decir Hinata-san? - La peliazul negó con la cabeza realmente le avía quedado todo claro y agradecía al pelirrojo por tomar su opinión en cuenta y darle cierta libertad sobre sus decisiones a cambio de aparentar ser su esposa era realmente un algo muy fácil. lo que le hacia cocerse una pregunta.

- Solo quiero preguntarle algo... - tenía miedo de hacer una pregunta tonta pero era algo que le causaba mucha curiosidad.

- Dígame Hinata-san...

- ¿Por que me elegiste a mide entre tantas personas?

El pelirrojo sonrió, realmente no tenía la respuesta a esa pregunta simplemente la vio entre tantas fotos de candidatas y supo que debía ser ella, como se le llama a eso ¿Intuición?

- Realmente no tengo la respuesta a esa pregunta en este momento, vuélveme la a decir en otro momento y la responderé - El pelirrojo se levanto de el sofá y le extendió la mano a la peliazul.

-Hay que avisarle a tu padre que ya terminamos de conversar - el le dio una leve sonrisa y la ayudo a levantarse. 

- Sí, claro - la peliazul lo siguió hacia la salida del la habitación, se sentía mas aliviada ahora que sabia la verdad. Por fin podía relajarse y disfrutar del día.