Pasado 1

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Narra Autora

La pequeña niña de cuatro años corría de un lado a otro en el patio de su casa.

Se le veía feliz mientras sus padres la veían con adoración.

—¡Mamá! ¡Papá! Miren una mariquita —exclamo la niña de ojos miel, su padre la cargó en brazos para darle un fuerte abrazo.

—Es muy hermosa —dijo la madre que le quitó el insecto a su hija de su mano —, pero es mejor que la dejemos libre —continuo la madre de la pequeña niña.

—Es hora de ir con los abuelos, queremos que conozcas a alguien muy importante Caeli —la niña comenzó a sonreír con emoción al saber que tendría una sorpresa al llegar a casa de sus abuelos.

A Caeli le agradaba mucho pasar tiempo con su abuela ya que ella le daba galletas con chocolate a escondidas de sus padres.

—¿Y mis regalos? —pregunto con inocencia.

—Estaran en la casa de los abuelos, junto con tu pastel de cumpleaños —dijo la su madre.

Ambas chicas eran casi idénticas, la única diferencia era el color de ojos la mujer tenía un hermoso color negro en sus ojos en cambio la pequeña Caeli tenia sus ojos miel.

—Que bueno ya quiero ver a la abuela —dijo la niña y los tres ingresaron nuevamente a la enorme casa.

Un regalo de los mejores amigos de los padres de Caeli.

—Caeli sube y busca tu abrigo para ya irnos —la niña bajo de los brazos de su padre y subió corriendo las escaleras.

Ambos padres estaban en la sala de estar esperando a que su hija bajara cuando escucharon disparos fuera de la casa.

Se alarmaron y buscaron las armas que tenían detrás de un enorme cuadro.

Se asomaron por la ventana y vieron que eran casi diez hombres que venían a por ellos.

—Debemos poner a Caeli en un lugar seguro —dijo el padre quien verificaba que el arma tuviera balas.

Volvió a asomarse y lo que vio le sorprendió aún más, no podía creer que lo hayan traicionado de esa forma.

—Fue él ¿verdad? —pregunto su esposa que tenía la mirada en el suelo.

—Sí —dijo con un nudo en la garganta, y todas las piezas pasaron por su mente.

El matrimonio que el se ofreció a pagar, la casa que les regaló, y las demás cortesías, todo era para acorralarlos y matarlos como si fuéran cualquier cosa.

—Ve a buscar a Caeli y salgan de este lugar —dijo el esposo para salir a la puerta y comenzar a disparar.

—No te dejaré aquí a que mueras —dijo la mujer, sentia miedo, miedo por su esposo y por su hija.

No importaba que le pasara a ella, necesitaba saber que las dos personas que ella ama con el alma estarán a salvo.

La pequeña Caeli seguía en su habitación, se encontraba un poco perdida por el sonido de las balas.

"¿Que será todo ese ruido?"

Se preguntó a si misma y recordó las palabras que le había dicho su madre solo hace tres días.

"Caeli al escuchar estos sonidos— la mujer comenzó a disparar un arma —quiero que te escondas lo más lejos posible"

"¿Tengo que esconderme? Pero si yo quiero ir a ver"

Love and BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora