—¡Ayuda! —fingi llanto —¡por favor no me maten! —grite y salí con las manos en alto— por favor ayúdenmen, intentaron abusar de mi —cai de rodillas en llanto.
—¡No disparen! —dijo un tipo alto y de unos treinta años, ¡bingo! Calleron en la trampa.
—¿Podemos jugar con ella? —dijo otro un poco más joven, alce la vista, traté de que en mis ojos se notara la súplica que no podía decir en mis palabras por el miedo.
—Adelante —dijo el mismo hombre que hablo al principio, yo comencé a negar con la cabeza y el chico llego en segundos junto a mí.
—No, por favor, se lo suplico —dije con voz entre cortada y con más lágrimas bajando por mis mejillas.
—No tendré piedad, esa ropa que llevas hace que me provoquen ganas de darte en este mismo lugar —lloraba, lloraba muchísimo.
El tipo comenzó a tocarme y yo trataba de alejarlo y cuando estuvo cerca de mi le dije lentamente cerca de su oído.
—Dulces sueños bombón —le dispare a todos los que estaban detrás de nosotros, era un baño de sangre, balas en la cabeza, brazos, hombros, pecho era como si tuviera una metralleta y era genial.
El pasillo se convirtió en un río de sangre y todavía tenía al chico en mis brazos, no tenia arma, le di un rodillazo en el estómago y lo volteé mostrándole a sus compañeros muertos.
Los demás chicos estaban afuera, la chica rubia gritó al ver los cuerpos, Hitman y Frost se hicieron a mi lado.
—Mira bombón lo que le paso a tus amigos por seguir tus instintos carnales —mi voz era lenta y sensual como me enseñaron, pase mi lengua por su cuello causando que se estremeciera— necesitas un escarmiento —en un veloz movimiento tenia un cuchillo en su garganta y sin ningún pudor, lo degolle causando que parte de mi brazo quedará llego de sangre junto con la pared.
Pase mi lengua por el cuchillo, sonreí me sentía poderosa como si pudiera hacer cualquier cosa.
—Señor acabamos con... todos —dijo un chico mientras comenzaba a subir las escaleras y a titubear cuando vio mi boca llena de sangre y todos los cuerpos en el pasillo.
—Perfecto, nos largamos de aquí y tú pasaste con honores —Frost se fue junto con el doctor que me seguía viendo raro, el moreno me veía horrorizado, pero también con una pisca de brillo en sus ojos.
La rubia me quería matar, su mirada la delataba, y como quería asustarla tome con mi dedo una pequeña gota de sangre que bajaba por mi barbilla y la volví a introducir en mi boca mientras la veía fijamente a los ojos.
Se aferró al moreno y ambos bajaron rápidamente las escaleras, Hitman seguía a mi lado viendo el cadáver y luego a mi.
—Me agradas pequeña —dijo el chico alemán.
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Love and Blood
Genç KurguCuando naces con la oscuridad en tu interior es difícil salir de un mundo en donde puedes liberarla. Un mundo que te consume al igual que la oscuridad. Donde la venganza y la muerte son el pan de cada día. ...