Love and Blood

3-Necesito que vengas conmigo

Apolo. Que no pasa nada desapercibido gracias a su albinismo.

Montado en su motocicleta naranja que estaba junto a la mía. Al parecer no iba a correr ya que quito su moto y la parqueo en otro lugar que no logre ver ya que un chico con una tabla en la mano llegó junto a mí.

—Podrías decirme tu nombre o apodo para inscribirte en la carrera —dijo mientras mordía ruidosamente su goma de mascar, ese tipo de ruidos me molestaban mucho y solo tenía ganas de darle un golpe a ver si botaba la goma de mascar.

Me quité el casco negro mate con franjas en un verde neón, parecían rayos y eso me gustaba mucho, vi de reojo a Frost y a sus amigos que me veían, en sus rostros podía notar su confusión por su seño fruncido que hacía que tuvieran una arruga en el entrecejo.

—Hope —dije mientras bajaba de la motocicleta para ir a buscar algo de beber. Algo que vi como preparaban y no introdujeran algún tipo de droga en ella.

Porque sí, ya me pasó una vez hace unos dos años aproximadamente, pero no es momento para hablar de eso.

Un chico de unos veinte años se me acercó mientras iba caminando, se me hizo raro, ya que no lo había visto nunca en mi vida, y no creo que este en una mafia. Entonces solo queda que sea el típico chico que se cree malo por estar en estos lugares.

—Hola hermosa —dijo mientras me obstaculizaba el paso hacia una bebida que gritaba mi nombre desde la barra.

—Quitate de mi camino —me estaba molestando mucho entonces obte por utilizar un tono de voz frío para ver si por lo menos era algo inteligente y se alargaba de una vez.

—Vamos muñeca, sabes tengo mucho dinero y puedo pagar por tus servicios—ok díganme que este idiota no dijo eso, bien creo que ahora sí voy a matar a alguien.

<< ¿Estas segura de eso? >> dijo Donovan, mierda entendí esa pregunta, no puedo hacerlo tal vez si puedo golpearlo un poco, pero matarlo no.

—Apuesto lo que sea a que yo tengo el triple de todo lo que tu tienes, ahora te pido amablemente que te quites —enojo, eso era lo que se podía percibir en el aire, tanto por parte de él como de parte mía, tenía tantas ganas de arrancar su cabeza de su cuerpo.

—Mira puta te vas a ir conmigo te guste o no —y comenzó a jalonearme del brazo, le di un rodillazo en su entre pierna y se retorcía de dolor.

—¿Quién mierdas te crees para decirme eso? —lo deje en ese lugar tirado mientras algunas personas chismosas comenzaron a llegar a ver que fue lo que había sucedido.

¡Por fin llegué a la barra de este lugar! Y se escuchó el claxon de una trompeta que significaba que la carrera estaba a punto de iniciar. ¡Ahh, es que no me van a dejar tomar nada!

Fui a regañadientes hasta mi motocicleta, parecía una bebé, pero me importaba muy poco, solo quería sentir ese sabor amargo bajar por mi garganta y me estaban privando de ese placer.

Me subí y coloqué mi casco, me conozco este recorrido como la palma de mi mano, la diferencia es que uno de los amigos de Frost va a correr, y se que no me lo va a poner fácil, después de todo Inferno me pisa los talones.

Eran cuatro motocicletas, yo era la única mujer, eso hacía que la presión y la adrenalina por ganar fuera aún mayor, genial.

Todos tenían buenas motocicletas, pero yo era muchísimo mejor conductora que dos de ellos, solo queda ver como es el estilo de manejar del chico moreno.

Una chica con muy poca ropa se detuvo justo en medio de la pista, y comenzó la cuenta regresiva.

1
2
3
¡Ya!

No había terminado de decir "ya" cuando todos habíamos salido de la línea de meta, yo era la primera, podía ver por los espejos que el chico moreno venía muy cerca y que si me abría mucho en la siguiente curva me podría rebasar.

Seguí iba a 110 kilómetros/hora, e iba subiendo la calle estaba igual que siempre, pero no debí ser tan confiada, habían unos baches justo enfrente, tuve que hacer una maniobra muy arriesgada para poder saltar sobre ellos.

Y en eso el chico con su motocicleta azul me rebasó, ahora comprendo él sabia de la existencia de este obstáculo para tomar ventaja. Bueno arruinemos sus planes.

Comencé a acelerar lo más que podía, era muy arriesgado, pero no es que dicen ¿Quién no arriesga no gana?

Logre llegar junto a él, estaba viendo la línea de meta a unos pocos metros, tenía que adelantarme rápido si no, él ganaría.

La motocicleta todavía podía acelerar más, pero podría ser que no logre frenar a tiempo, pero eso es mejor que perder ante un chico y menos de Inferno.

Acelere a todo lo que daba, y logré adelantarme unos pocos metros justo a tiempo para pasar la línea de meta, y ganar.

Frene también justo a tiempo antes de chocar contra un auto. Me quité el casco y podía ver al chico moreno ser reprendido por la chica rubia del colegio.

Me bajé de la moto, el chico que todavía sigue masticando chicle se acercó a mi y me dio un fajo de billetes, podría irme de compras el próximo fin de semana.

Guarde el dinero y comencé a caminar rápido hacia la barra, podía oler el exquisito aroma de mi bebida.

—¿Qué deseas linda?

—Dame uno de tus bebidas famosas —El chico rápidamente se fue a la máquina y comenzó a hacer ese exquisito néctar amargo.

—Aquí esta su orden, son 3 dólares —se los di, y tomé el vaso que estaba caliente por su contenido. Di un sorbo y fue lo más rico que he probado desde que me citaron para la misión.

—¿Pediste un expresso? —preguntó una voz masculina detrás de mi, ni siquiera me volteé a ver quien es, ya que no me importaba en absoluto.

El chico se colocó junto a mi apoyado en la barra mientras pedía una cerveza, la verdad es que si venía a este lugar solo pedía un expresso ya que es el único lugar "clandestino" donde lo preparan.

—Necesito que vengas conmigo —dijo mientras me paso una tarjeta que decía Inferno con cuernos a cada lado de la palabra.

Lo volví a ver interrogante y él solo me dio a tarjeta y yo la tome.

—Sígueme —dijo y mientras íbamos Frost no quitaba su mirada de nosotros dos.