12- Genial ¿Nos vamos a cazar?

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PARTE 1

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PARTE 1

Almuerzo, la hora que más amo. 

Estaba en la fila junto con los idiotas de Inferno, la verdad desde esta mañana no tengo nada de humor para soportar las estupideces de nadie. 

—Me da unas papas fritas y un sándwich de pollo —pedí con muy pocas ganas de comer, era increíble como un solo acontecimiento puede hacer que te enojes a tal extremo que no quieres hacer nada más. 

Pero todo eso se esfumo al ver a la señora que estoy segura de que es un ángel que vino a alegrar mi vida. Saque de mi bolsa un fajo de billetes y se los tendí a un lado de la caja registradora. 

Podría decir que la pobre señora iba a sufrir de un infarto y además se quedaría sin ojos. 

—No puede señorita...

—Sí que puedes, tranquila mis padres me dejaron el suficiente dinero para vivir tres veces una vida de lujo —su rostro era de alegría, pero preocupación como si el tomar ese dinero significaría dar su alma a cambio. 

—No hay truco en esto ¿o sí?

—Ningún truco señora, usted desde el primer día me agrado y digamos que eso no pasa muy a menudo —le guiñe el ojo y ella tomo el dinero aun con un poco de desconfianza. 

—No sabía que hacías obras de caridad —comento Frost con cara de me dieron mal por el culo y ahora me duele al caminar. 

No me dio la gana contestar y fui directo a la mesa en donde estaban la mayoría solo faltaba señor mando todo y yo. 

—No puedo creer que comas ese tipo de comida, si sigues así ningún chico va a querer acercarse a ti —esa voz chillona amenazaba con romper mis tímpanos, y fue aun peor cuando ambas chicas comenzaron a reír. 

Mi mal humor y ganas de matarlas lo más lento posible salieron a la luz. 

—Que bueno, sabes pasa por mi habitación más tarde para que te de una ficha y esperes pacientemente a que me importe lo que digas —concluí sentándome en la mesa. 

—¿Chicos no le van a decir algo? Nos esta ofendiendo —esta es la gota que colmo el vaso. 

—Hope, cálmate —y esto hizo que el magma tuviera las putas ganas de salir del volcán. Hitman puso su mano encima de la mía y la aparte de inmediato. 

—Mira hija de la reverenda mierda, por que mejor no te vas a follar a alguien y te callas por un momento —todos en el comedor nos volvieron a ver —, o espera, por que no te follas al chico por el que babeas tanto —sus ojos azules me volvieron a ver con miedo de que dijera en voz alta el nombre del chico, no comprendo cual es el miedo a que sepan tus sentimientos o tal vez si, el que las personas se acerquen mucho a ti es sinónimo de que puede derrumbarte. 

Love and BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora