𝟎𝟎

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1989

Las marcas son difíciles de cubrir, el maquillaje no era lo suficientemente bueno para ocultar la enorme mancha morada que cubría el ojo derecho de Rosé.

Trataba de encontrar una razón, quizás si fue su culpa no hacer la comida de su esposo un poco menos espesa. Sin embargo, la furia que provocaba el trago en ese hombre era insostenible y Rosé siempre se llevaba la peor parte.

Jamás aprendió como ser una ama de casa, se casó tan joven e inocente que cada mísero error que cometía era motivo de regaños, golpes o malos tratos de su marido.

Llevaba unas dos horas tratando de cubrir su ojo morado con base. Se levantó temprano, antes que su marido despertará, solo para maquillarse y evitar comentarios de los vecinos.

Luego de hacerlo, fue a la cocina a preparar el desayuno de su cónyuge. Trato de ser más exacta con las medidas esta vez "para no arruinarlo"

Encendió la television de la sala para sentirse acompañada mientras cocinaba. Las noticias pasaban y pasaban mientras Rosé preparaba la mesa tal como a su marido le gustaba: café cargado sin cafeína con tres de azúcar, dos tostadas quemadas con mantequilla, dos huevos y jamón. Con el tiempo lo aprendió.

"La galería de artes de Seúl presentó las pinturas de Jennie Kim durante más de una semana y han sido un completo éxito entre los críticos" anunciaba una voz en la televisión.

El corazón de Rosé se detuvo al escuchar ese nombre, ese hermoso nombre.

Dejo de hacer lo que hacía para ver la televisión con atención. Jennie respondía atentamente todas las preguntas del periodista provocando que Rosé sintiera su corazón bombear con fuerza cada vez que la morena sonreía o soltaba una risa.

"Finalmente lo lograste" pensó Rosé mirando la pantalla con orgullo al ver todo el amor que estaban recibiendo las obras de Jennie.

-...y dinos Jennie, ¿porqué en la mayoría de tus obras las chicas no tienen rostro?- Preguntaba el periodista. Jennie soltó un suspiro sonriendo. -Los críticos de arte han dicho que ese es uno de los toques especiales de tus obras, especialmente en tu cuadro "Rosas"- Jennie se encogió de hombros.

-Creo que simplemente es algo que se me ocurrió en una ocasión y me gustó tanto que lo replique en todas mis obras- contesto Jennie restándole importancia.

Rosé soltó un suspiro con nostalgia, pues todos sus recuerdos volvían a pesar en su consciencia al ver a la morena en la televisión.

𝒚𝒆𝒔 𝒕𝒐 𝒉𝒆𝒂𝒗𝒆𝒏; 𝒄𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora