Both Sides | RebornPlay [Omegaverse] (En Edición)

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—Momon está esperando un hijo mío. —Dijo Perxita algo nervioso.

Reborn se quedó analizando la situación. A pesar de que ya les habían explicado cómo es que funcionaba este lugar; el Alfa aún no estaba acostumbrado a la posibilidad de que un hombre quedara embarazado.

—¿Y tú que dices? —Miró a Momon.

—Pues... Hemos estado viendo, y tenemos todo lo necesario para tener un hijo. Tenemos trabajo, dinero, un hogar. —Respondió Momon.

—Además, Vegetta nos ha dicho que tal vez nos puedan dar una especie  de "apoyo", con la única condición de quedarnos en el pueblo y no meternos en líos. —Agregó Perxita.

Reborn no sabía que decir; por un lado, estaba feliz de que su amigos tuvieran en claro lo que iban a decidir. Pero por otro... Algo en lo más profundo de su ser, se estaba calentando al oír que sus amigos habían aceptado quedarse en el Pueblo con tanta facilidad, le daba rabia, sentía que ellos habían abandonado su vida del otro lado de los muros que delimitaban el pueblo, para empezar una nueva vida como si nada. El Alfa no quería pensar así; y menos, cuando hace no mucho tiempo, se dio cuenta de que también había un lugar para él dentro del Pueblo.

—Yo... 

Reborn estaba a punto de responder, cuando Axozer había llegado del trabajo y entrado a la sala.

—¡He vuelto! —Exclamó alegre.

—Momon va a tener un hijo. —Dijo Reborn.

Axozer sólo pudo ver con felicidad a la pareja que tenía delante. Era de esperarse, pues, él era único del cuarteto que había aceptado su nueva vida como Beta con tanta facilidad. En pocos minutos, ya se había adaptado al estilo de vida que había en el Pueblo.

—¡¿Eso significa que Reb y yo vamos a ser tíos?! 

Momon asintió. 

Y era verdad; desde que entraron en este lugar, por diversas razones, el "destino" los había hecho una familia; todavía más de lo que ya se consideraban ellos mismos. 

Reborn, al ver cómo estaba yendo la situación, decidió guardarse algunos comentarios que venían de una parte de él, que no era del todo buena.

Al cabo de un rato, pidieron de cenar, y festejaron la noticia de la pareja por el resto de la tarde. Aunque... Reborn decidió tomar un poco de aire fresco después de un rato. 

[•••]

El atardecer estaba en su punto, la bella luz que este daba, se dejaba reflejar sobre el agua del río, que pasaba sobre el puente en el que Reborn se encontraba. 

Él estaba sentado en una de las muchas bancas que estaban pegadas a los costados del puente. Creando dos filas, una a cada lado.

Reborn miraba a los niños que se acercaban a la orilla del río para jugar con el agua. —«¿De verdad voy a ser tío?» —Se lo preguntaba una y otra vez. No podía dejar de creer que en un parpadeo, su vida haya cambiado de forma drástica.

 ...Y de nuevo, sus pensamientos negativos lo invadieron. Las mismas preguntas y los mismos temores, se repetían varias veces. «¡¿Y si en verdad lo que dijo Vegetta no es cierto?! ¡¿Tan fácil acepté esta realidad?! ¡¿Qué pasaría si en este instante decidiera regresar?! ¡¿De qué forma le tratarían?!» Sea cual fuera la respuesta a esas preguntas. Él estaba decidido a tomar una decisión.