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—Tú no eres Reborn... —Dijo retrocediendo sobre sus pasos.

—Pues claro que no, hombre. Yo no soy tan viejo. —Se acercó al otro. —Pero antes, ¿Cómo está tu madre? ¿La has cuidado? 

—¿Mi- madre? ¡¿Quién eres tú?! 

—Ah, coño, que no me he presentado. —Bufó mientras se rascaba la nuca. —Me llamo 8cho, soy amigo de Lolito.  —Sonrió al mismo tiempo que le extendía la mano. —Un gusto.

—¡¿Tú de dónde vas a conocer a Lolo?!

—¡¿Cómo?! ¿Lolo no te habló de mí? —Fingió un gesto de confusión. —Bueno, no pasa nada. Tampoco es como que a Lolo le gustase hablar de sus ex-parejas. —Rió un poco antes de volver a poner su semblante serio. —El caso, Lolo me dijo que viniera por tí.

—¿Por... Mí? 

—Le enviaste un mensaje, ¿No es así? —Dijo mostrándole su móvil y agitándolo a la vez. —Anda, vamos. Todo mundo te está esperando.

—¿A qué te refieres con "Todo mundo"? 

—Pues a Vegetta, Willy, Luzu... Ese "Todo mundo".

—¿Y para qué me están esperando los demás? 

—Ah, eso. La verdad no lo sé, dijeron que era "información confidencial". Peeero, escuché que Reborn había vuelto al pueblo.

Los ojos de Auron se iluminaron. 

—Anda, vamos. Dijeron que no llegaras tarde. —Señaló el auto que estaba no muy lejos de donde ellos.

—¡Vale! Me voy contigo.


I◼◼◼I

Mara se encontraba frente a frente con aquel tipo corpulento, el cual tenía a Reborn colgando de su espalda. 

—Un paso más y pulso "enviar". —Amenazó la chica. —Y si tratas de quitármelo, esta cosa va enviarse de igual forma. 


I◼◼◼I

Ya estando ambos en el auto, todo cambió en un abrir  cerrar de ojos.

—Regla número uno, Auron. —Le apuntó con un arma sin siquiera mirarlo. —Jamás te subas al auto de un desconocido.


I◾◾◾I

—Fargan, que aún estamos en servicio... —Dijo entre risas, tratando de apartar a su Alfa. 

—Pero Alex... ¿Tú ves que haya gente en este momento? —Le susurró al oído, pegándose aún más a las caderas del menor. 

—N-No... —Sintió cómo la mano del otro bajaba por su entrepierna. —Fargan, que nos encargaron cuidar de la estación de policía mientras los demás volvían. 

—Alex, que no pasa nada, hombre. Vegetta me envió un mensaje de texto diciendo que solo teníamos que quedarnos aquí mientras volvían. Si hasta nos dijo que éramos buenos policías.

—Espera, ¿Vegetta te ha dicho que somos buenos policías? 

—Eh... Sí, ¿Pasa algo? 

—No, no, no... Es sólo que Vegetta no diría eso. 

—¿Tú crees que...?

Ambos se miraron a los ojos durante un momento incómodo de silencio total.

—Voy por el auto.

—Iré por las armas.


I◾◾◾I

Auron despertó atado a una silla en medio de una celda, llevándose la sorpresa de que no estaba solo.

—Tardó treinta minutos en despertar. ¡Mangeeeeel! Pá-ga-me.

—¡¿Pero cómo quieres que te pague si estoy atado en esta esquina?! 

—Rubius... Deja en paz a Mangel. —Dijo Vegetta en una celda aparte.

—Pero Vegetta....

—No es el momento ni la situación para estar perdiendo el tiempo.

—Estoy de acuerdo con Vegetta. —Le siguió Luzu, quien estaba atado en la misma celda que el otro. —Lo importante hora es salir de aquí.

—Lolo podría ayudar. —Terminó Mangel, mirando en dirección a la celda de enfrente. —Pero lleva así desde que despertó.

Los demás se callaron en ese instante. Lolito parecía ser el más "Afectado" por lo que había pasado.

—Y veo que no me diréis el por qué. —Se removió en su lugar hasta encontrar una posición cómoda. —En fin... Despertadme en cuanto todo esto termine.


I◼◼◼I

El guardia de seguridad recibió una llamada en ese instante.

—¿Diga?

—¡Eh, grandullón! Parece que tienes un par de problemillas, ¿No es así? 

—¿Quién habla? 

—¿En serio no reconoces a tu superior?

—¿Usted no estaba muerto? Creí que por eso el jefe había puesto en marcha al segundo que envió.

—Creíste mal. Pero, es cierto que el viejo no pondría en marcha el plan de 8cho a menos de que yo muriera. 

—Entonces, creo que no está demás el que me encargue de este pequeño par de problemas.

—Te equivocas demasiado. Ahora, vas a dejar que Reborn y esa chica se salgan con la suya.

—Pero-

—Pero nada, anda. Déjalos ir. Esperaré ansioso su llegada.

La llamada había terminado.


Del otro lado de la línea, algo estaba por pasar.

—¿No crees que tardaste demasiado en venir?

—Lo siento, lo siento. Es sólo que me encontré con un viejo amigo.

—Ah... —Suspiró. —Este pueblo está lleno de viejos amigos. —Terminó de vestirse, para luego ponerse de pie, mirando por el cristal que tenía en frente. —Yo me encargo de ellos, tú ve por el pequeño.

—¿Seguro que tengo que dejar con vida a los otros dos? 

—El mocoso ni siquiera tiene su sangre, y eso de por sí ya es demasiado. —Dio media vuelta, y salió de la habitación. 

Ambos avanzaban por un pasillo blanco, manchado por un líquido rojo que provenía de algunos cuerpos que yacían tirados por los alrededores.

—Por cierto, ¿No crees que te pasaste un poco con ellos? Digo, sólo estaban haciendo su trabajo.

—¿Y tú sabes cuánto tiempo tardé en encontrar este edificio? Era obvio que no dejarían que salieses de aquí. 

—Ah... Supongo que no está mal sabiendo el tipo de persona que eres.

—Así es. Después de todo, me contrataron para arruinarle la vida lo más posible a Reborn. ¿No es así? ¿Frank?

Both Sides | RebornPlay [Omegaverse] (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora