Both Sides | RebornPlay [Omegaverse] (En Edición)

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Reborn salió del casino, y echó a correr lo más rápido que pudo, en dirección a los almacenes que estaba en las afueras del Pueblo.

Mientras pasaba por las calles, podía observar todo con claridad. Veía a cada persona, con una vida a la cual corresponder; cada una de esas personas, tendrían seres a quienes quisieran, por las cuales se esforzasen, y buscasen una vida mejor para darles. Y para el Vecade, Auron era una de esas personas por las cuales daría hasta lo imposible.

Reborn se detuvo en una tienda; esta tenía un letrero por sobre la entrada, que decía: "Trajes".

La idea del Vecade, era comprar uno de su talla; después de todo, si iba a rescatar a su Omega; necesitaba verse bien para cuando lo llevara a casa, cargándolo entre brazos, cual princesa; victorioso. O eso es lo que quería pensar, ya que, en verdad, lo hacía para quitarse el estrés, los nervios, e inseguridades, que pudiese tener.

[•••] 

El Sol estaba por ocultarse tras las montañas, que, a lo lejos, rodeaban el pueblo. Serían, a eso de las seis de la tarde. 

Reborn, pudo visualizar a lo lejos, los viejos almacenes abandonados. Eran a lo máximo, siete almacenes; y en el tercero, estaban suficientes policías, rodeando la construcción; siendo comandados por Fargan y Alexby, esperando por órdenes.

Enfrente de este, estaba una camioneta estacionada, junto con sus demás amigos: Perxita, Momon y Axozer; todos en ese orden.

Perxita se encontraba abrazando a Momon, mientras que Axozer, era el que había visto la llegada de su amigo.

—¡Reborn! —El beta se abalanzó hacia su amigo, en cuanto lo tuvo a su alcance. —Auron está...~

—Lo sé. —Le interrumpió. —He venido a por él.

—¡¿Y piensas ir tú sólo?! —Dijo Perxita, al notar la presencia de Reborn. —Oye, que no tienes que hacer esto tú sólo. Podemos ayudarte a rescatar a tu Omega. Somos suficientes Alfas como para~

—Oye, Perxas. —Lo miró a los ojos. —¿Qué es lo que haces con los problemas? 

El Alfa no esperaba esa pregunta. —M-Me, me los como.

—Pues ahora, toca el momento en que yo me tenga que comer a hostias a ese Delta. —Aflojó su corbata, para luego, quitar dos botones de su camisa.

—¡¿Pero qué dices?! ¡¿Qué acaso no  recuerdas que Vegetta barrió el piso contigo, en cuestión de segundos?! ¡Ese Delta es mucho más fuerte que él!

—Perxita. —Momon habló. —Déjale esto al abuelo. 

Momon era el único que se había percatado que el aroma a café que desprendía Reborn, no tenía señales de ser amargo o agrio. Por lo que, en verdad, se sentía capaz de vecerle.

—¡¿Pero te estás escuchando?! Lo único que Reborn va a conseguir, es que el Delta se lo lleve de aquí. ¡Somos más! Seguro que podemos hace~

—Yo confío en él. —Lo tomó del brazo, e hizo que le mirase a los ojos. —¿Tú confías en mí?

En definitiva, hoy no era el día de Perxita. —Pero por supuesto; eso es más que obvio.

—¡Respóndeme! 

—Yo... Confío en ti.

Fueron las últimas palabras, antes de que el Vecade decidiera entrar al almacén; no sin antes, decir algo importante.