Parte 15

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Gleen:

Aja la mano y le da una sarta de azotes en la parte baja del culo. Al estar inclinada sobre la pared, muchos de ellos impactaban en su sexo también pero ahora la estaba disciplinando y no le importaba.
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS PLAS.
El agua, los dedos extendidos y los golpes en el sexo harían mucho más efecto en ella que antes.

Rachel:

-Cuando le empieza a dar los azotes se queja y al estar mojada por la ducha y como la azotaba y donde se queja mas- Gleen para!!!! ¡¡¡Esto no es justo!!!

Gleen:

-Gleen para, pero no deja de sujetarla- ¿Vas a obedecer?

Rachel:

¡No! -Se mueve- Gleen porque no me dejas que yo me duche sola? -Intenta convencerlo-

Gleen:

Porque así no funcionan las cosas. He de enseñarte a obedecer y por ahora no lo haces bien. -le aprieta una nalga con fuerza- Obedece y todo será más sencillo. Créeme.

Rachel:

-Gruñe cuando le aprieta la nalga, pero resignada deja de luchar- Voy a hacerte caso -Dice enfadada pero quieta-

Gleen:

Bien, ponte en mis rodillas, y no quiero oír ni una queja. -se vuelve a sentar y señala sus rodillas.

Rachel:

-Se coloca en sus rodillas enfadada-

Gleen:

Está vez quiero qué pidas perdón por ser una niña mala y gracias cuento termine el castigo. -le da un ligero cachete en el culo- ¿Entendido?

Rachel:

-Le mira- Pero cuando termine el castigo u ahora -Le mira dudosa-

Gleen:

Gracias cuando termine el castigo. -le acaricia el culo y el coño, sobretodo el coño, pues los tenía muy de color rosa. Decidió qué no le daría fuerte ahí. - Perdón de vez en cuando estará bien qué lo digas.

Rachel:

-Le mira y baja la mirada resignada al castigo pensando en que luego pediría perdón-

Gleen:

El castigo del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora