Parte 27

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Gleen:

Empiezo. Prepárate, son 15 azotes y el primero ya lo has recibido.
-Levanta la mano de la regla y la azota con sólo un poco menos de que el primero-
PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF, PLAFF.

Rachel:

-Grita a cada golpe moviéndose mucho hasta que acaba y ella se queda quieta- Gleen me duele me duele odio la regla, cuando la vea sola la mato -Dice de corazón ya que le dolía el culo y solo quería romper esa regla-

Gleen:

Sí la tomes busco una vara y la usaré contigo. Y créeme, una vara de madera duele mucho.
-le acaricia el culo con un masaje calmante durante un rato. -
Bueno, túmbate en la cama y ni se te ocurra moverte. ¿Está claro?

Rachel:

-Asiente y se tumba en la cama con ganas de llorar, pero callada con miedo a que cumpliera lo de la vara-

Gleen:

-Coge aceite y le vuelve a poner en el culo, pero también por el ano. Mete dedos y los mueve fácilmente, pues se estaba soltando poco a poco su ano con cada castigo. Le mete el tridente, pero no lo enciende. Se quita el cinturón. -
Está vez te date con el cinturón. Son 50 azotes. Cuéntalos y no se te ocurra intentar escapar, o serán 100 cuando te ate. ¿Queda claro?
-Le lanza un correazo dirigido al tridente, hundiéndolo de golpe y azotando de paso el coño. -

Rachel:

-Al sentir el primer correazo grita- No tan fuerte Gleen, duele mucho -Patalea sin moverse del sitio, pero se cubre el culo con las manos no queriendo que le dé con el cinturón-

Gleen:

-Gleen para y coge la cuerda. En un segundo la tiene atada a los postres de la cama de piernas y manos. -
Te lo advertí. Está vez serán cien.

Rachel:

-Grita- No no no, suéltame, no me moveré son 50 .... por favor no lo haré más haz 50 -Se mueve y grita todo lo que puede debido a la situación-

Gleen:

No, serán setenta y cinco. Luego te echaré la crema leí así que no te preocupes.
-Levanta la correa y empieza. -
CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, ...

Rachel:

-Grita al sentir ese correazo- Duele!! -Quiere llorar y se agita sin éxito- Me duele -Se agita y siente más hundido el tridente en su ano, aunque eso no le incomodaba tanto como los correazos-

Gleen:

-Va por veinticinco y se para. Le quita el tridente y se baja los pantalones, se la saca y se la mete de un tirón. Empieza a moverse violentamente durante unos cinco minutos. Cuando termina, la saca, vuelve a meterle el tridente y empieza a azotarla de nuevo. -
CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, CHASS, ...

Rachel:

-Se agita con los azotes y luego cuando siente que le quita el tridente y le mete el aparato que chupo el otro día se pone nerviosa. Luego cuando vuelve a azotarla Grita queriendo que parase- Para. -Grita- Seré buena

Gleen:

-Vuelve a parar cuando lleva otros veinticinco. -
Me parece que continuare hasta ciento cincuenta. Y volveré a aumentar sí no te callas y cuentas los azotes y das las gracias por cada uno.

Rachel:

-Se calla con muchas ganas de llorar y asiente iba a contar- Contare todos.

Gleen:

El castigo del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora