Parte 24

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Rachel:

-Cuando se sienta en la silla se queja y se intenta levantar- No quiero copiar eso lo hacen los niños chicos- Intenta irse a la cama pasando de lo que le había dicho Gleen-

Gleen:

-El azote/latigazo del cinturón no se hizo esperar. Cayó en el muslo de la chica con fuerza. Gleen la miraba con el brazo levantado preparado para otro correazo. -

Rachel:

-Cuando siente el azote se da la vuelta y ve a Gleen con el cinturón en la mano y levantada, se echa para atrás intentando huir de eso- Gleen.... es que es de niños chicos -Se queja-

Gleen:

-El segundo recorre la cintura y finaliza en un latigazo en el culo. Era igual de fuerte que el anterior. Señala la mesa con mirada estricta-

Rachel:

-Se queja mucho por el segundo azote y va corriendo hasta la silla y se sienta con cuidado y empieza a escribir la frase, cuando llevaba la mitad se aburre y para jugando con su pelo y mira hacia atrás mirando a Gleen, piensa y le mira- Gleen ya terminé -Miente, pero quería librarse de las copias-

Gleen:

-El tercero se dirigió al muslo de la chica. Gleen odiaba las mentiras, por ello el latigazo fue más fuerte. -

Rachel:

-Se queja mucho y le mira mal luego dándose cuenta que se dio cuenta así que sigue escribiendo hasta terminar. Luego se levanta y le enseña las copias a Gleen-

Gleen:

-Mira una a una las páginas y va asintiendo. Hasta que llega a la última, en la que las líneas estaban torcidas y las letras mal hechas. Incluso había algunas frases sin terminar. -
¿Esto que es, Rachel?

Rachel:

-Lo mira y suspira- Es que estaba cansada de tanto escribir, no quiero escribir más, es aburrido -Se queja y da un pisotón al piso-

Gleen:

Muy bien, tú te lo has buscado.
-Completamente harto, la coge de la mano y la lleva hacia la cama. Pero antes de llegar la ata de manos al poste de la esquina de la cama. Tensa la cuerda para que tenga que estirarse y no pudiera moverse y evitar los azotes. Deja el cinturón al lado, en la cama. Saca la zapatilla y un cepillo del pelo, y los deja al lado del cinturón. Luego saca un cacharro de goma rosa y grande, con tres puntas. Parecía un tridente en miniatura. También lo deja al lado. Le baja el pantalón y las bragas hasta los tobillos, y procede a untarle aceite. La tocaba por todos lados y metía los dedos por todos lados. -

Rachel:

-Intenta moverse de cómo está colocada quejándose de que le unte el aceite sabiendo lo que iba a pasar- Gleen para -Grita y mueve las piernas mucho y da patadas al aire intentando darle a el-

Gleen:

-Le da un chirlo rápido en el coño, para que se estuviera quieta. A continuación, cogió un pañuelo y se lo puso a modo que le tapara la visión por completo. -

Rachel:

-Cuando le da el chirlo en el coño se queda quieta y deja de moverse. Al darse cuenta que no iba a ver nada debido a tener el pañuelo, se estresa mucho –

Gleen:

-Termina de untarle el aceite y levanta una mano. Empieza a azotarla para calentar: -
Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas.
-Luego sacudió la mano, relajó la muñeca y extendió los dedos. La lluvia de azotes de ahora era muy fuerte, casi latigazos por la muñeca relajada: -
PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, PLAS.

El castigo del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora