Parte 2

663 20 0
                                    


Rachel:

-Para de producirle dolor- Ves -Dice sonriendo y se pone el vestido bien- Te dije que tenía un don -Le mira inocentemente sin saber que le podía enfadar-

Gleen:

-Deja caer la cabeza y le dice con voz ronca: - Aunque el ratoncito tenga dientes sigue siendo un ratoncito. El dolor puede ser tu amigo o tu enemigo. De no ser por estas ataduras no habrías estado segura, ni con todo tu poder.

Rachel:

-Sonríe y le quita todos los sentidos y luego le devuelve el oído y le habla- ¿Puedes ver o sentir algo? ¿Sabes dónde estoy?

Gleen:

-Desafiante-Si, puedo sentirte. Aunque me quitaras todos los sentidos sigo siendo capaz de moverme. Tal vez no haría mucho, lo reconozco, pero podría causar algún daño si me muevo rápido.

Rachel:

¿Y si uso los 2 dones a la vez? -Le mira y utiliza los dos dones a la vez para ver como lo sobrellevaba-

Gleen:

-No hay gritos ni, pero dolía bastante. El siente que está ahí enfrente, pero se había convertido en un conejillo de indias. Esperó arduamente a que terminara el experimento. -

Rachel:

-Hincha los mofletes viendo que no le dolía y le produce un dolor insufrible que lo puede dejar inconsciente o matarlo a lo peor, pero lo hace sin darse cuenta-

Gleen:

-El dolor aumenta muchísimo. Aprieta dientes, manos, y músculos que no sentía. Pero aguantaba. La sed, la verdadera sed de sangre era algo muchísimo peor. -

Rachel:

-Le produce mucho más dolor hasta dejarlo inconsciente durante un rato-

Gleen:

-Se despierta al rato- Mmm sigues ahí. -Dice sin abrir los ojos- Piensas torturarme más o vas a llamar a los guardias para que te ayuden. -dice mirándola rencoroso-

Rachel:

-Al escuchar eso se siente mal y le devuelve todos los sentidos y lo mira triste. - Lo siento señor -Se sienta y le mira inocentemente y triste-

Gleen:

-Suspira- No sabes controlar tu poder, no deberías usarlo con ligereza. Yo no soy realmente importante para ti, pero ¿y si hicieras daño a quien quieres? -La mira más amablemente y suspira arrepentido- Lo siento, me he comportado groseramente. Sonreíd, ratoncito, una cara tan bella no debería contener tristeza en ella. Sonreíd para un vagabundo ¿sí?

Rachel:

-Al escuchar las palabras de aquel hombre sonríe más tranquila cuando de repente abren la puerta del sótano y aparece su padre- / Padre: Rachel, ¿qué haces aquí? -La coge de la mano enfadado y preocupado porque estuviera con el prisionero- Vete a tu cuarto a descansar cariño / Rachel: Papa no es mal hombre -Lo intenta defender porque no quería que le hicieran más daño aunque luego el padre prácticamente la obliga a irse a su habitación- / Padre: -Cuando se queda solo con el prisionero se sienta donde antes estuvo sentada su hija- Parece que mi hija le cogió cariño -Piensa- No le haré más daño ni le torturaremos más pero usted tendrá que servir en esta casa como un sirviente , tendrá un sitio para dormir y comida para subsistir con la condición de que a mi hija ni se acerque , Hará lo que mis guardias o cualquiera de mi familia dicte sino quiere ser quemado -Sonríe con maldad y llama a los guardias para que lo desaten y lo controlen mientras el enseñan que tiene que hacer -

Gleen:

-Al escuchar lo que hablaban, padre e hija, decidió parecer sumido. Pero sus ojos tenían un brillo rebelde. Pensaba escapar y correr lo más rápido posible. Pero le intrigaba la ratoncita, cómo el la llamaba. Tan inocente que no se daba cuenta de cuando corría peligro. Así que asintió y dijo: Sí, mi señor, lo que usted ordene.

Rachel:

-Cuando los guardias lo sueltan le ponen un chip que con darle a un botón le daría una descarga eléctrica dolorosa. Lo llevan hasta la casa y lo mandan limpiar la cocina- / Rachel: -Va a la cocina y ve a Gleen- Mi papá al final te ha dejado quedarte -Dice con ilusión e inocencia-

Gleen:

-Mientras limpiaba la mira brevemente y luego siguió limpiando como sí ella no estuviera. - El ratoncito no debería hablar con los muebles de la casa. A su padre no le parecerá adecuado.

Rachel:

Rachel: -Le mira e hincha los mofletes infantilmente- El ratoncito puede hacer lo que quiera -Dice con un mohín, pero en ese momento aparecen los guardias y ella se esconde para que no la vean dejando ver que realmente no podía hacer lo que quisiera-

Gleen:

-Sonríe burlón. Y se gana una colleja por parte del guardia. Cuando se van aún sonreía y dijo: - ¿Que decía el ratoncito?

Rachel:

-Hincha los mofletes y mira a otro lado- Nada ... mi padre es injusto, quiere me pase todo el día en el salón o en mi cuarto -Le mira- Y que hace -Ve que estaba limpiando- ¿Le ayudo? -Dice amablemente-

Gleen:

-Niega con la cabeza sin mirarla- El ratoncito no debería estropearse sus bonitas manos. Uno puede hacerlo sólo. El ratoncito debe volver con su padre y cantarle para que se quede tranquilo. Uno sabe que el ratoncito está sólo y aburrido, pero mejor eso que castigado.

Rachel:

-Le mira triste pero no se va- Pero me quiero quedar aquí, me da igual lo que piense mi papá / Padre: -Entra en la cocina para buscar algo de comer y se encuentra con su hija y el nuevo sirviente- Rachel que haces aquí en vez de estar en tu cuarto? -La mira enfadado porque le haya desobedecido- Te dije que no podías estar aquí -La coge de la mano y la aparta del sirviente- / Rachel: Papá no quiero irme -Hace un mohín- Me quiero quedar con Gleen -Se suelta de su padre y va junto a Gleen- / Padre: -Se enfada al ver que su hija se despaga de ella y se marcha enfadado- Luego hablaremos tu y yo / Rachel: -Mira preocupada como se va su padre-

Gleen:

-suspira- El ratoncito se está buscando problemas. Y los está cargando en los hombros uno. ¿El ratoncito quiere quedarse? Que se quede, pero uno no promete ser buena compañía.

Rachel:

-Le mira y se sienta a su lado en un taburete- me da igual que me busque problemas - Dice sonriendo por haberse quedado hay en vez de irse a su cuarto sola. Se sube a la silla y mira lo que hace curiosa-

Gleen:

-El la observa a su vez. - Que pasa ratoncito, ¿nunca has visto a un sirviente hacer sus tareas?

Rachel:

-Niega- No, nunca me han pegado que este cerca del servicio -Lo mira y se pone de puntillas en la silla de forma inestable- ¿Qué hace?

Gleen:

-suspira- El ratoncito se va a caer. Uno hace tareas, limpia, cocina y ordena. Y da de comer a los "invitados" humanos que dan esa sangre tan fresca el ratoncito bebe.

Rachel:

-Sonríe y se pone más cerca, pero de la postura cae al suelo encima suya sin querer cayendo también el plato que estaba limpiando Gleen al suelo-

El castigo del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora