Recuerdo el día,
la noche.
Cuando iba a bailar,
sobre edificaciones bidimensionales
y estatuas parlantes.
Recuerdo el día,
su sol y no su luna,
si sus nubes.
Me seguían,
las seguía.
La noche,
sin sol, pero con luna.
Me advirtió,
esperanzó y engañó.
Cuando iba a bailar
el sueño se materializó.
Se llegó a un acuerdo con mi mente,
la ciudad
y el tiempo.
Las edificaciones bidimensionales
dejaron de crecer
y de tapar el sol.
¡El trabajo es de las nubes!
¡Indemnicenlas!
Y las estatuas parlantes gritaron.
"¡No hay nadie!
¡No hay nada!".
Solas desaparecieron de la urbe.
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Cordis y Sangre
PoetryCuando los tiempos se acaban solo hay un camino. Camino del colapso, camino por el cual las ambiciones del alma son aberraciones para la existencia misma. ...
