Retazos de Sol y La

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Cada una de las lanzas atravesará puntos vitales,
dejará opacar la oscuridad de los vitrales.
Su derecha será sombría,
su izquierda se manchara con la luz ácida de la lima.

Y le faltará oxígeno siendo fuego.
Cinco de ellas abrirán el sobre.
Su derecha será norte,
su izquierda lo mantendrá cuerdo.

¡El árbol crece y se aferra debajo de mis pies!
El resto se estremece.

Imagina sufrir,
querer.
¡Quisiera escribir, sobre lo inexplicable
que es vivir un sueño interminable!
¡Una pesadilla!
Sobre ramas de árboles de un bosque lúgubre
que desde mi casa,
escucho quebrarse.

Las hojas caen,
se funden con la pared,
con el frío
y las letras vuelven a ser líquido.
El moho se apodera de ellas,
escribe su propia historia.

Lee y relee su escrito sin razón:
"mi corazón a cada latido crece,
mi corazón a cada latido envejece.
El corazón a cada latido crece,
tu corazón a cada latido envejece..."

Razoné,
me diseccioné.
De hablar en tercera persona
me personifiqué.
El trémulo de mi interior calmé.
¡Exangüe difunto!,
a una estabilidad alarde.

Me alarmé.
La transición intransitable
de calles de cemento a calles de barro,
fue un bardo en mi mente.
Incauto,
viví en un benévolo averno causto.
Donde al conversar con el diablo
rechazé las lanzas,
rechazé el desfavorecido pacto quebranto.

Cordis y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora