Charla

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PASADO –SABADO– CATORSE DÍA DEL CAMBIO

El caminar del pecoso era lento, notando todo lo que había en su alrededor en una ruta directo a su hogar. Las nubes se tornaban oscuras denotando que en cualquier momento la lluvia empezaría a caer con aquel clima tan frío.

Le faltaba poco para llegar a su respectiva casa, pero en  aquel proceso no podía dejar atrás su tristeza recordando a katsuki. Aquellas palabras era muy doloroso para él, mientras se repetía mas de mil y un veces que katsuki no iba a cambiar y que todos aquellos momentos de felicidad en su niñez solamente eran eso, un recuerdo que solo perduraría en el pasado y jamas se repetiría.

"Katsuki es un idiota" pensó enojado y mismo tiempo dolido mientras estornuda.

La llovía se hacercaba cada vez mas, pero daba gracias ya que le faltaba poco para llegar a hogar, teniendo en mente que quizás distraerse con su madre sería una buena opción.

Estando en  la puerta suspiro, quería dejar todo los malos recuerdos atrás y quería cruzar esa puerta sin pensar en nada más que un momento completamente normal, para luego tocar la puerta ent tres golpeteos logrando que habriecen la puerta.

–Izuku mi niño – saludos su madre dándole un gran abrazo al pecoso, quien quedó aprisionado por aquellos brazos tan cálidos afirmando que si, esto era lo que necesitaba en estos momentos – ¿Cómo estás mi pequeño hijo?¿Todo bien?¿ Cómo están tus clases?¿tus compañeros?¿ Cómo han estado? Quiero que me lo cuentes todo.

Aquella mujer desborda felicidad, se le podía ver en su mirada y en aquella sonrisa de lado a lado al estar tan emocionada por nuevamente ver a su hijo que, a pesar de que no había pasado tanto tiempo lo extrañaba como si hubiese transcurrido 20 años.

–sí madre todo está bien– mintió aunque no le gustará, para izuku mantener a su madre feliz era lo mejor y no le gustaba preocuparla en ningún momento sabía cómo está podría ser en ciertos casos y la verdad era que prefería mantenerse callado.

– Ya luego me cuentas qué has hecho con más detalle hay que comer algo te ves muy Delgado– musitó la imperativa mujer viendo lo de pies a cabeza, mientras se adentraban en la casa.

Nada había cambiado en ese lugar y eso lo llenaba de felicidad, además de tranquilidad, o eso fue hasta que el sonido de unas pequeñas patitas se acercaron a él más imperativo que la madre de izuku.

Era aquel pequeño perro que katsuki le había dado para que cuidara Y la verdad es que cada día crecía más aquella bola de pelos tan enérgica que en vez de darle melancolía por su origen los llenaba de felicidad al verlo tan feliz.

–¿ Quién es el más hermoso de esta casa?... Tú lo eres, si, tú lo eres– mimo estando a la altura del cachorro que movía su cola de un lado al otro.
También tenía que admitir que gracias a aquella mascota la madre de izuku era más tranquila ya que gracias a este ella podía dividir su amor para sus dos amores.

– bueno prepararé algo para que comas y así no estés tan Delgado. tú haz lo que quieras –propuso la mujer regresando a la cocina, siendo seguido por izuku quien prefirió ayudarla con algunas cosas, teniendo entre ellos un agradable momento, a pesar de que ya había comenzando a llover.

Al terminar izuku decidió tomarse una ducha antes de sentarse a comer, este estaba muy cansado y sentía que lo necesitaba, siendo claramente efectivo para relajarse un rato en la tina con agua caliente.

Esta vez no penso en nada más que no fuese en relajarse observando las pequeñas burbujas que se formaban y explotaban hasta que salió del baño.

Cambiando el futuro (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora