Vale la pena

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PASADO –MIERCOLES– RESPUESTA DEL CAMBIO (Izuku)

Se dice que cuando uno está enamorado confía completamente en la persona a quién le entregaste tu corazón, tanto así que ni siquiera eres capaz de ver la realidad ¿Pero qué pasa cuando aquella confianza seba? Aún así, teniendo esperanza (aunque sea un poco) puede soportar el dolor ¿Pero qué pasa cuando eso se acaba?

Cuando las personas son heridas enormemente hay un mínimo de probabilidad de que todo vuelva a ser lo mismo, porque las heridas que más te duelen, son de aquellas personas que más amas. Empiezas a dudar de ti mismo, de lo que te rodea en primer lugar, para luego caer en un vacío oscuro en donde todo lo ves completamente gris.

Sentirse roto no es nada fácil, ni siquiera te das cuenta cuando estás ahí porque sólo piensas en que las cosas acaben, en todos aquellos momentos los que fuiste feliz mezclado con aquellos que te están haciendo daño, creciendo en ti un mar de lágrimas que no hacen más que empapar tu rostro.

Izuku había pasado por esas etapas. Al principio teniendo una pista de esperanza que crecía en cada momento que podría tener felicidad con la persona que amaba, para luego crear la duda de lo que le rodeaba, cuestionando a sí mismo lo que hacía o si estaba bien, llegando así a la otra etapa  donde para él se le agotó toda aquella confianza que tenía en sí mismo, aquella esperanza que le provocaba katsuki, cayendo en este vacío profundo en el que era un mar de pensamientos. Pero ahora había un detalle...

Aquella confesión que le había hecho el cenizo, en vez de ayudarle sólo lo que hizo fue confundirlo, luchando entre si creer o no hacerlo. katsuki había puesto la decisión en sus manos una decisión que había esperado desde hace mucho tiempo y que ahora pensaba que nunca la tendría.

Le había dicho muchas cosas por las cuales tenía que digerir y que si bien explicaban un poco lo que había estado ocurriendo Izuku, no quería que esas ideas fuesen por su sentimiento porque si, una persona no se puede olvidar de otra de la noche a la mañana aunque quisiera.

Mientras que por otra parte katsuki le había dado su espacio y como prometió no volvió a hacerle daño o por lo menos un daño completamente nuevo y que no tuviese nada que ver con que ya traía. Katsuki sólo se mantendría lejos esperando una verdadera respuesta en algún momento y sólo se inmutaba a observar de lejos. Izuku lo notaba, pero hacía caso omiso en toda la semana. Al cenizo Se le veía muy decaído y el pecoso lo sabía, sabía que era por lo que habían hablado.

Su situación había avanzado dos pasos y había retrocedido en tan sólo unos minutos 100 pasos al ni siquiera escuchar la voz del peliverde dedicándole un "Hola"

Las personas a su alrededor notaban su tensión, pero igualmente no hablaban de ello y los amigos de katsuki tampoco le preguntaron nada, sabían que las cosas habían marchado mal y que sólo tendrían que apoyar a su explosivo compañero actuando normal y sin hacer preguntas demás, o por lo menos en estos momentos que no se encontraba del todo bien.

– Bueno chicos ya vayan a almorzar luego les tocará clases regulares y luego podrán regresar a sus habitaciones – musitó el profesor Aizawa acostado en el suelo como si apenas quisiera vivir.

Todos se levantaron de sus asientos excepto izuku quien se quedó al estar completamente dormido recostado en su mesa, no había dormido tan bien que digamos y sus desvelos iban creciendo mediante el tiempo que pasaba, pero ya estaba tan cansado que hasta le parecía cómodo un pedazo de madera a la cual recostarse.

–izuku... Izuku... ¡IZUKU! –llamaba la voz que logró despertarlo de golpe, para que luego el pecoso se percatara de que las clases habían terminado.

– ¿Ochako? –dijo confundido al ver a la chica sentada delante de él mirándolo fijamente.

– Ya las clases han terminado... – musito un poco tímida al hablar mientras jugaba con sus dedos.

– ya me he dado cuenta –respondió el pecoso con una risita. Su cansancio no se iba y podía apostar que sus ojerosas se podían notar. 

– Quiero que sepas que... – dijo la castaña, pero paró para suspirar y relajarse un poco – Lo siento, no debí actuar de esa forma. Respeto tus decisiones ahora, yo ya no aguanto no poder hablar contigo como antes y si quieres perdonar a Katsuki esta bien, yo solo no quiero perderte –termino diciendo mientras que sin darse cuenta unas lágrimas empezaron a salir, o eso fue hasta que el pecoso acaricia su cabeza de forma amable y delicada por unos segundos.

–No... tu solo querías que yo no fuera lastimado de nuevo – respondió con una sonrisa amarga – yo tuve que hacerle caso desde un principio.

– ¿Estas bien? ¿Ocurrió algo? –Ochako estaba confundida y preocupada, pero al mismo tiempo aquel presentimiento ya lo veía venir al notar la atmósfera del pecoso.

Izuku puso sus brazos en la mesa para meter su cabeza en aquel 'refugió' encogiéndose en su asiento. No quería contarle a nadie cómo se sentía o siquiera hablar del tema ya que cada vez que pensaba en ello sentía que todo su alrededor se nublaba en color negro, pero en estos momentos la que siempre le ayudaba era su mejor amiga así que decidió decirle.

–Bueno encontré a Katsuki hablando con una persona y... bueno, lo que dijo no fue muy lindo que digamos. Dijo lo que me habías advertido – respondió tratando no llorar. Ochako estaba impactada, aquellas palabras de cenizo las sintió tan sinceras que nunca se imaginó que rompería con su palabra –Pero hay un problema...

–¿Cual? 

– Después de eso yo le dije que no se acercara a mí, pero él insistió  en hablar conmigo y dijo todo lo contrario. El dijo que le gustaba y que nunca más me haría daño – explicó dejando a la chica con confusión – Ochako estoy confundido, si ya no quiere hacerme daño, porque tuvo que decir esas palabras tan cortantes. Ambas conversaciones vagan por mi mente, hasta incluso ahora, siento que me parto en dos porque esta vez sí me dolió mucho, una parte de mi no lo quiere ver, pero la otra lo sigue amando.

Ochako se percató de que Izuku necesitaba ayuda, tantas experiencias malas habían hecho de él una persona indecisa a la hora de confiar y esas experiencias lo estaban cambiando, lo podía notar en su rostro y si eso no cambiaba de inmediato, sabía que algo malo podía suceder, o eso fue hasta que una pregunta invadió su cabeza.        

–¿Puedo saber cuando fue que escuchaste a Katsuki decir las palabras que te hicieron daño? 

– Fue el jueves, quería saludarlo, pero termine escuchando cosas no muy buenas –. Ahora todo empezó a encajar, recordando que aquel día había confrontado al cenizo para saber sus intenciones.

– Izu, creo que todo fue un... – trato de explicar, pero paró al percatarse que había una posibilidad de que ambos estuvieran juntos cuando superara al cenizo.

– ¿qué ocurre? –preguntó el pecoso observandola y sacándola de sus pensamientos. 

Ella nuevamente dirigió la mirada al chico percatandose de su estado, de como este se encontraba mal a pesar de que lo quería ocultar, lo descuidado y triste que estaba. ya ahora sabía la verdad y la podía manipular a su antojo ya que sabía que en estos momentos Izuku creería en sus palabras, pero... ¿valía la pena verlo en este estado por un tiempo que ella no sabía?¿valía la pena aprovecharse de su confianza?       



Cambiando el futuro (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora