Capitulo 5: Terrible error

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Era una tranquila mañana de primavera, eran cerca de las once de la mañana, la alegría se sentía en el aire y los niños jugaban fuera del castillo — ¡Heidi! ya levántate, ya es casi medio día... — Era Anna tocando a la puerta de la habitación de Heidi, en eso entre tantas sabanas y almohadas, Heidi descubre sus brazos, estirándolos y luego tomó la cobija y se la quitó, tan sólo para descubrir su cara adormilada, dejando ver a una Heidi ya adolescente con ya quince años de edad — Aaaay... ya es casi medio día, debo levantarme... — Dijo Heidi dando un gran bostezo. Rápidamente se levantó de la cama, tomó su ropa y se vistió, salió de su habitación y corrió hacia el corredor del segundo piso, donde estaba Elsa — Tía Elsa, buenos días — Elsa quien estaba en el balcón del corredor observando el gran patio delantero volteo a ver a Heidi y le contestó con una gran sonrisa —Buenos días casi tardes Heidi — justo después comenzó a reír un poco, Heidi se acercó a ella y le dijo — He he he, ya sabes que tengo el sueño pesado, emm, tía, quería saber si hoy hay deberes reales que realizar, es que, ya sabes, quiero salir un rato a caminar... — De inmediato Elsa la miró y le dijo — Ahhh... ¿quieres ir otra vez al bosque como lo dicta tu paseo diario verdad? — Heidi algo nerviosa le dijo — Ay tía, ya sabes, me gusta mucho ir a ese bosque... — Elsa le preguntó — Desde aquella primavera, cuando tenías once años, comenzaste a ir cada día al bosque por toda la tarde... Dime, ¿qué encontraste de interesante en ese bosque? — Heidi bajó la cabeza y le dijo —Ay tía, si se lo digo no me creerá, después de todo es algo que conozco desde hace casi ocho años y... — Elsa se impresionó y exaltada le dijo — ¿¡Casi ocho años!? Vaya, debes decirme que es eso, tal vez no me sorprenda tanto, después de todo, tengo poderes de hielo, ¿qué puede ser más impresionante que eso? — Heidi se volteó y dijo entre dientes burlonamente — Uff, pues otra cryokinética — Entonces dijo en voz alta —Tía la verdad, no puedo decirle, en verdad lo siento — Elsa se acercó a Heidi y le acercó su mano a su brazo diciéndole — ¿No puedes decirme? Pensé que ya no había secretos entre tú y yo... — Heidi la volteo a ver y le dijo — Tía, no le puedo decir, pero si tanto quiere saber... le prometo que al cumplir los dieciséis años le presentaré lo que tanto voy a ver cada día en las tardes, ¿de acuerdo? — Elsa le quitó su mano del hombro y le dijo — Los dieciséis años... falta casi un mes... bueno, por mi está bien, hasta entonces, no diré nada... te puedes retirar Heidi — Heidi le sonrió y la abrazó y justo después se fue corriendo.

Heidi corría al bosque sin detenerse, llegó al hermoso claro que tanto amaba y gritó — ¡Tía Rebecca! Ya llegué — al otro lado del río, en las rejas de hielo Rebecca venía caminando y dijo — ¡Justo a tiempo Heidi! Ya es medio día, que puntual eres — Heidi dijo, — Hola tía Rebecca, dime, ¿qué te gustaría hacer hoy? — Rebecca caminando hacia el río le dijo — Pues la verdad muchas cosas Heidi, pero no creo que podamos hacer alguna cosa si no logras cruzar este río — Ambas voltearon a ver el río el cual había aumentado su tamaño y profundidad, Rebecca se acercó más y dijo — Las lluvias de primavera hicieron que el río en verdad creciera, la única forma de pasar es nadando, pero no sé si quieras mojarte, o yo podría pasar pero al llegar contigo te podría mojar... — Heidi se quedó pensando — Humm, ¿Y si congelas el agua?, o no, ya sé, ¿Y tu telequinesis? ¿Tienes esos poderes de parte de tu magia no? Podrías levantarme — Rebecca le levantó una ceja sonriéndole pícaramente y le dijo — Así no sería tan divertido — Entonces con los ojos le señaló el río. Heidi captó la indirecta — Tienes toda la razón tía, hoy es un caluroso día de primavera, mañana comienza el verano... ¿por qué no lo disfrutamos y nadamos en el río?, nunca he hecho eso... — Rebecca le sonrió y le dijo — ¿Sabes nadar Heidi? — Heidi la volteo a ver y algo avergonzada dijo — La verdad, no lo sé... nunca he intentado nadar — Rebecca comenzó a quitarse su capa y le dijo — Pues no hay de otra, yo te enseñaré — y se lanzó al agua salpicando a Heidi — ¡Hahaha! Tía Rebecca, ¡eso no se vale! —

Frozen Decisiones de Amor (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora