Amenhotep y Deborah (entre El Amor Y El Odio)

El Clamor De Los Hebreos

Amenhotep despertó muy preocupado por lo que sintió al ver a esa niña, deborah, ese nombre resonaba en su cabeza, necesitaba volver a verla pero claro también debía mantener su distancia no quería que nadie se enterará que sentía algo por una hebrea, desayuno lo más rápido posible y bajó al Nilo para ver si la podía encontrar, y la vio, ella estaba junto con otra mujer, traían la ropa para lavarla, las dos se reían, amenhotep solo miraba de lejos, decidió regresar a palacio porque no podía acercarse a ella por ahora.
Ramses: ¿dónde fuiste amenhotep?
Amenhotep: este.... Al Nilo padre
Nefertari: ¿sin alguien quien te escolte?
Amenhotep: quería estar a solas madre.
Ramses: hijo hablando de estar solo, pues mañana vendrá una princesa del bajo Egipto, quiero que la conozcas para que te cases con ella cuando sea el momento adecuado claro, ahora estás muy joven
Amenhotep: padre no estoy interesado en casarme.... Pero si es su deseo esta bien, haré lo que pida.
Ramses: conocela primero, después me dirás, después de todo puedes tener a la mujer que quieras hijo mío.
Amenhotep: gracias padre.
Ramses: apuki me informó que hubo un problema con la entrega de una obra, ve y dile que a partir de ahora... Esos holgazadan trabajarán el doble y se les reducirá la porción de comida, eso les enseñará a trabajar como se debe.
Amenhotep: *sonríe*como usted diga padre, esos sucios hebreos aprenderán quién manda en Egipto.
Nefertari: así se habla hijo, ahora ve a cumplir las órdenes del rey.

Amenhotep fue a la villa con la compañía de su fiel soldado Ikeni.
Amenhotep: Ikeni, ve a las obras y dile a Apuki lo que él rey dijo sobre los esclavos.
Ikeni: ¿y usted que hará príncipe? No puedo dejarlo solo, si algo le pasa...
Amenhotep: nada me pasará tranquilo, nos reencontrarnos en 15 minutos aquí mismo ¿de acuerdo?.
Ikeni: sí, como usted ordene.

Amenhotep se paseaba por la villa tratando de buscar a su chica pero no la encontraba, hasta que la vio sentada en una fuente refrescandose un poco, amenhotep se acercó cautelosamente hacia ella.
Amenhotep: Hola que tal
Deborah da un salto del susto que casi la hizo que se cayera a la fuente pero amenhotep la tomó del brazo para evitar que se cayera, los dos se quedaron mirandose durante unos segundos y amenhotep la soltó.
Deborah: no debería asustar a la gente así.
Amenhotep: lo siento, no fue mi intención, quería decirte algo *se sentó al lado de ella* más bien ofrecerte algo.
Deborah: ¿que cosa querría de usted?.
Amenhotep: muchas cosas niñita muchas, por ejemplo justo ahora ikeni mi soldado debe estar diciéndole a Apuki que por pedido del rey ahora las horas extras de duplicarán en las obras y además se le reducirá la comida y el agua.
Deborah: ¡que! No pueden hacer eso
Amenhotep: claro que sí, es el rey de Egipto, el más poderoso, él puede hacer lo que sea.
Deborah: sí como no... Bueno dígame que propuesta desea.
Amenhotep: te pronpogo ser mi sierva.
Deborah: ¿su que? ¿Que... Que debo hacer? ¿Atender a sus necesidades?
Amenhotep: así es que lista eres , te ofrezco que a tu familia no le faltara nada, te pagare además.
Deborah: ¿por qué está haciendo esto?
Amenhotep: porque me caíste bien, y además nesecito que me salves porque vendrá una princesa del bajo egipcio y me harán casarme con ella y eso no quiero. *hablando rápidamente, sintió que sonó un poco desesperado*
Deborah: entiendo... Pero no se si pueda ayudarlo en eso, solo soy una hebrea, además no me admitirán, si el rey sabe que soy hebrea...
Amenhotep: no sabrá, solo te disfrazar de egipcia y ya.
Deborah: de acuerdo, pero no pienso adorar a sus dioses.
Amenhotep: *con una sonrisa* de acuerdo no hay problema, te veo mañana, para evitar sospechas hare que vengan varias candidatas pero te eligire a ti.
Deborah:  muy bien, le pediré ayuda a una amiga mía que es mitad egipcia y mitad hebrea para que me ayude con el disfraz, con mi amiga yudit.
Amenhotep: bien, no es necesario que te cortes el pelo, te ves muy bien así, será facil ocultarlo con esa película ridícula que usan las egipcias, adiós.
  Deborah se asustó al oír sobre el corte de cabello, le iba a decir algo a amenhotep pero este ya se había ido.