La Llegada Del Libertador

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Al día siguiente del Clamor de los hebreos Deborah estaba conversando con su amigo Bezalel unos de los joyeros del rey junto con su padre Uri y su abuelo Hur , mientras el príncipe dormía.
Bezalel: ¿entonces ayer en la noche hubo un Clamor?
Deborah: así es, todo el pueblo se unió y le rogamos a Dios por el libertador, tengo una sensación que muy pronto llegará.
Bezalel: ojalá así sea, no me gusta esta vestimenta de egipcio, no me siento cómodo, yo soy hebreo.
Deborah: a mi tampoco, solo vine por necesidad, nuestro pueblo está sufriendo muchísimo, trabajando aquí puedo ayudar a mi familia, pero no me quiero imaginar como están las demás familias.
Bezalel: no me imagino como debe estar la tía Abigail, mi mamá está muy preocupada por ella.
Deborah: dile que el príncipe me dijo que nunca le faltara nada a mi familia, así que ellos estarán bien.
Bezalel: le diré también que muy pronto vendrá el libertador.
Deborah: bueno, debo irme el príncipe ya debió a ver despertado.

Amenhotep ya estaba de pie, estaba entrenando como un guerrero, Deborah se acerca a Amenhotep.
Deborah: Buenos días príncipe, ¿puedo ayudarlo en algo?.
Amenhotep: Buenos días *le sonríe* pues la verdad sí.... Ven siéntate aquí.

Amenhotep la lleva a unos asientos y los dos se sientan.
Amenhotep: dime ¿que puedo hacer para que una mujer me odie?
Necesito que la princesa me odie.
Deborah: bueno, yo creo que debe ser como usted es, es decir, grosero, frío con los demás, arrogante...
Amenhotep: *la interrumpe* ya entendí, ya entendí. Ya no sigas.
Ikeni: príncipe la princesa Ana a llegado a palacio, se encuentra en la sala de trono, el rey exige su presencia.
Amenhotep: gracias ikeni.. *dirigiéndose a Deborah* deseame suerte.
Amenhotep se levanta y se dirige a la sala de trono junto a Ikeni, las puertas se abren y amenhotep entra a la sala y ve a la princesa Ana, Ana quedó fascinada con el príncipe tan apuesto, pero él sólo estaba interesado en Deborah.
Ramses: hijo aquí está la princesa Ana, princesa te presento a mi hijo amenhotep, mi primogénito.
Ana: un gusto príncipe amenhotep. *con una sonrisa le tiende la mano*
Amenhotep: *de muy mala gana* el gusto es mío princesa *estrechandole la mano*

 *con una sonrisa le tiende la mano*Amenhotep: *de muy mala gana* el gusto es mío princesa *estrechandole la mano*

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Ramses: bien amenhotep, enséñale el palacio, le diré a Nefertari que vayamos al río.
Ramses se levanta del trono y sale de la sala.
Ana: debo decir que es muy apuesto príncipe.
Amenhotep: *recordando los consejos de Deborah* gracias ya lo sé. Ahora haremos un recorrido, aunque este es un trabajo de ciervos lo haré a pedido de mi padre, vamos te presentaré el palacio.

Amenhotep estaba presentándole la sala donde hacían joyas, por suerte, Bezalel y su familia no está ahí, así que entró con Ana
Amenhotep: aquí es donde hacen las mejores joyas para el rey, Bezalel, Hur y Uri son hebreos pero saben hacer su trabajo, tienen suerte esos piojos de tener talento si no ya estarían siendo esclavizados en la villa.
Ana: yo pienso que los hebreos son como cualquier otra persona, no les tengo odio, no deberías hablar así.
Amenhotep: pues soy el futuro rey de Egipto puedo hablar como yo quiera, pero te enseñaré la cocina, tenemos a los mejor cocineros del mundo y son egipcios.

Amenhotep y Deborah (entre El Amor Y El Odio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora