Sexta Plaga Parte 2

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Al día siguiente la Plaga no había acabado, es más seguían apareciendo más úlceras mientras que los egipcios más se debilitaban, algunos eran más fuertes que otros pero ya llevaban un día soportando el dolor que les causaba, los más débiles caían inconscientes al suelo.

Amenhotep ya se encontraba despierto junto a Ramses en la sala del trono.

Amenhotep: ¿mi hermano donde esta?

Ramses: en sus aposentos, esta muy débil.... Al igual que Nefertari, es mejor que descansen hijo.

Amenhotep: ¿usted no estas cansado?

Ramses: sí, pero soy el rey debo estar bien.... Iré a hablar con los dioses, quizá me escuchen de una maldita vez.

Ramses se levantó de su trono, pero su visión se nubló de un momento a otro, se tocó la cabeza con su mano se tambaleo durante unos segundos, Amenhotep tuvo que sujetarlo.

Amenhotep: padre, creo que debe descansar.

Ramses: no te preocupes hijo, anda a la villa, esos malditos trabajarán sí o sí.... Cualquier error aunque sea el mínimo quiero que los azoten.

Amenhotep: esta bien padre, haré lo que me pides.

Ramses salio de la sala del trono lentamente, Amenhotep fue a ponerse ropa adecuada para ir a villa, cuando su hermana Istar llegó a duras penas hacia sus aposentos.

Istar: Amenhotep ¿iras a la villa? -dijo débilmente mientras intentaba ponerse en pie con la ayuda de un bastón-

Amenhotep: ¿que haces aquí por los dioses? Tienes que estar en cama. -la reprendió mientras la ayudaba a sentarse en la cama-

Istar: respondeme.

Amenhotep: sí hermana, iré a la villa ¿sigues con la estúpida idea de llevar a nuestra tía con moisés?

Istar: exacto, la princesa Henutmire está muriendo hermano, te lo ruego, tragate este maldito orgullo.

Amenhotep: -respiro profundamente sin saber que hacer- yo creo que es una pésima idea hermana, ella está bien aquí.

Istar: sí eso es evidente -dijo con torno de sarcasmo- entonces yo iré, como pueda llegare a hablar con Moisés.

Amenhotep: esta bien, yo hablaré con ese hebreo, tranquila quedate aquí descansando ¿estas contenta?.

Istar: por supuesto -dijo sonriendole-

En la villa

Deborah se encontraba paseando con su amiga Thamar por la villa, estaban tranquila porque hoy no se presentó ningún oficial a trabajar en las obras, pero su felicidad duró poco cuando vieron a Apuki y a su hijo dando órdenes a todos que fueran a trabajar, los oficiales estaban débiles y apenas podían mantenerse en pie.

Apuki: ya escucharon las órdenes, a trabajar holgazanes, muevansen que hoy debemos entregar a tiempo un pedido, nadie descansará hasta que el pedido esté completado.

Thamar: como lo odio, debería caer inconsiente al suelo para no despertar jamás. -le dijo a su amiga-

Deborah: no digas esas cosas, puede ser malvado, pero no hay que rebajarse a su nivel, vamos avísemosles a los demás.

Thamar: tienes razón disculpa, vamos avisarle a los demás.

La voz se propagó rápidamente, era bastante evidente que se desquitarian con ellos por cualquier cosa, pero de todas formas se presentaron a trabajar o el castigo sería peor.

Amenhotep y Deborah (entre El Amor Y El Odio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora