¿Que Pasará Con Nosotros?

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Moisés y Aaron seguían en el monte viendo toda la destrucción desde las alturas, Aaron quién esperaba impaciente sentado en una roca se levantó preocupado.

Aaron: Moisés, ¿hasta cuando nos quedaremos aquí? Necesitamos ver a nuestra madre.

Moisés: hermano, Dios nos dijo que nos quedemos aquí, no sé hasta cuando pero debemos esperar algo, ten fe en que nuestra madre estará bien.

Dos soldados egipcios aparecieron ante ellos uno de ellos era Ikeni, miró hacia el horizonte como todo se destruía y luego miró a Moisés y Aaron.

Ikeni: Los buscamos por todos lados, su madre nos dijo que estarían aqui -dijo algo exaltado por caminar tanto tiempo- fue muy peligroso, pero le pedí a su Dios que nos protegería a mi y a mi compañero para llegar a salvo hasta aquí, el rey exige su presencia en el palacio.

Aaron: ¿mi madre? ¿Está viva?.

Ikeni: todos están vivos, la ejecución se iba a hacer pero justo en ese momento la Plaga comenzó.

Moisés: te lo dije hermano, debes confiar en Dios, muchas gracias por venir hasta acá Ikeni, vamos entonces para hablar con el rey.

Se pusieron en marcha en dirección al palacio, la Plaga seguía azotando a Egipto con toda su furia destruyendo todo a su paso, pero algo pasaba, cuando Moisés y Aaron pasaban cerca de pequeñas rocas que aún estaban ardiendo estas se apagaban inmediatamente protegiendolos de quemarlos, los guardias al ver esto se sorprendieron aún más por la forma en que Dios cuidaba a los suyos.

Llegaron al palacio, el rey esperaba impacientemente juntos con sus 3 hijos: Amenhotep, Amenofis y Istar quien estaba de viaje en el bajo Egipto visitando a su madre ahora a vuelto en medio del caos.

Amenofis: Papá, creo que no debería rebajarse a este nivel, hay que esperar a que los dioses nos escuchen -dijo enojado-

Istar: nuestro padre ya hizo las ofrendas necesarias, es evidente que los dioses no nos escuchan.

Amenofis: tú no hables de estos temas de hombres.

Amenhotep: no te atrevas a hablarle así, comportate como un principe.

Ramses: ¡ya basta ustedes 3!, ya es suficiente, haré lo que deba para acabar con esta maldita plaga, no sé atrevan a cuestionarme.

Las puertas de la sala del trono se abren dejando ver a Moisés y a Aaron escoltados por Ikeni y otro soldado.

Ikeni: soberano, aquí están.

Ramses: gracias, pueden retirarse -les dijo a sus soldados-. Moisés, dile a tu Dios que ya detenga todo esto.

Moisés: ya sabes cual es la condición para hacer eso.

Ramses: lo sé, tú y tú pueblo..... Pueden irse a donde se les plazca, son libres, ahora dile a tu Dios que se detenga porfavor.

Amenofis: que estupidez -dijo riendo sarcásticamente para salir de la sala del trono bastante molesto-.

Ramses miró a amenhotep, este ya sabía que hacer, fue a seguirlo para hablar con él.

Moisés: de acuerdo, muchas gracias, espero que seas muy feliz Ramses.

Los hermanos salieron de la sala del trono, estaban paseandose por los pasillos en dirección a la salida cuando se encontraron con la reina, Moisés y Nefertari conectaron las miradas en seguida.

Aaron: te esperare afuera hermano -dijo dejándolos a solas-.

Moisés: se acabó Nefertari, nos dejó ir, por fin.

Amenhotep y Deborah (entre El Amor Y El Odio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora