Para mi, sigues siendo un niño...

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Al escucharlo y buscar mejor en sus memorias Unohana finalmente lo reconoció. (“N-no puede ser..”) Pensó mientras sus ojos se abrieron más. Mil emociones la atravesaron como el filo de una estocada en su pecho. Pronto simulo su tranquilidad mirándolo fijo intentando calmar ese “ardor” y pensando entre recuerdos (“No hagas una escena…”) sabía perfectamente que frente a todos los capitanes su identidad estaba marcada y no podía salirse del margen.

Fue solo cuestión de unos segundos para que una ola de reiatsu amarillo diera contra el suelo donde ella estaba parada, esta se había movido con shumpo tan solo un poco antes, desde su posición cerca de ahí pudo escuchar:

Zaraki: Eres tú… al fin te he encontrado.-susurro aquel hombre mirándola de reojo con esa mirada siniestra y a la vez feliz, al punto de rozar la inevitable locura.-

Luego del ataque, temiendo más violencia, los capitanes tomaron sus zampakutous apuntando con ellas a Zaraki.

Soi Fong: Quédate quieto si no quieres que te rebane la garganta –pronuncio con profunda seriedad sosteniendo a suzumebachi delante de sí.

Kyoraku: ¿Por qué ataco así a Unohana?

Komamura: No lo sé, pero impediremos  que lo haga otra vez.

Todos hablaban sin quitarle la vista de encima mientras, este permanecía en esa posición con su zampakutou incrustada en el suelo en el sitio de Unohana, con una peculiar sonrisa de oreja a oreja.

Zaraki: No se metan en mis asuntos…-saca su zampakutou del suelo y se pone en pose de pelea- Si quieren pelear, con mucho gusto. Estoy seguro de que alguno de ustedes sabrá divertirme…-rio bajo entre dientes.-

Yamamoto: ¡SUFICIENTE! –La voz fuerte y contundente del capitán general cayó a todos con un golpe asonante de su bastón. De este modo hizo que desistieran de sus posiciones.- Kenpachi Zaraki, se te prohíbe volver a tener este comportamiento en una reunión de capitanes. A partir de este momento estarás bajo mi directa tutela.

Zaraki: Tsh…-frunció el ceño escuchando al general y desistiendo de sus intenciones, tan solo desvió su mirada restándole importancia. - Como quieras viejo.

Más tarde esa misma noche, todos se habían dirigido ya a sus respectivos escuadrones, pensativos si aceptar a este nuevo capitán. Pero por más que quieran o no las reglas están establecidas.

Unohana se encontraba en la galería de la parte de atrás del escuadrón 4, vestía con ropas de noche y su cabello hacia atrás con una coleta. Tan relajada tomando una taza de té de jazmín, incluso con los ojos cerrados en profunda tranquilidad, aspira una y otra vez el vapor del té.

Unohana: Buenas noches…-dijo a la nada, o eso parecía. De un segundo a otro ella se inclina hacia atrás apenas unos centímetros justos para que una afilada cuchilla parecida a una cierra pase apenas rozando su nariz en cámara lenta y se incruste en el pilar de madera que se encontraba a un lado de ella…- Zaraki-taicho…-su dulce y calmada voz inundo el ambiente sonoro luego del eco de la estocada fallida en la madera del pilar.

Zaraki: Tsk! –rápidamente quita su zampakutou del pilar. Con furia y frustración intenta atacarla otra vez. Elevo su zampakutou pretendiendo partirla por la mitad desde su altura mientras estaba sentada. Pero sus intentos fracasaron nuevamente por la mano de la mujer.

Unohana había concentrado mucho reiatsu en su mano y con ella detuvo la afilada hoja sin siquiera mirarlo. Mientras el contrario carraspeaba furioso ejerciendo más presión sobre la mano de la mujer, esta se cansa del forcejeo y suelta el filo. Con la misma mano golpea con un bisturí de reigatsu un punto clave en la mano del capitán Zaraki y hace que forzosamente suelte su arma.

Nuestro Secreto [KenpachiXUnohana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora