CAP 10.

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Empujo una puerta trasera de unos de los edificio que se encontraba abierta, entro rápidamente y la cierro con precaución, salgo por delante siguiendo mi rutina tranquilamente, termino de hacer ejercicio y me dirijo para la casa pero esta vez tomo una ruta diferente para perder cualquier rastro y así llegar a la delegación de policía y poner la respectiva denuncia, llego a mi casa y tomo una ducha, prendo la TV pongo el canal informativo veo las noticias, paso el canal.

–Basura, - sigo pasando los canales.

–Basura, basura, basura, basura, - apago la TV y me dirijo a la habitación para descansar un poco. Suena la alarma y ya es lunes un nuevo día para trabajar, me levanto camino hacia el baño me cepillo y me ducho, salgo me cambio y desayuno para irme a trabajar. En la compañía hago un chequeo y todo esta normal, cierro un negocio que nos trae mucho dinero, ya después de una semana muy exitosa salgo el sábado como siempre, para festejar por todo lo que pasó en la semana, mientras voy manejando pienso a donde ir, doy un par de vueltas en la ciudad para encontrar el lugar perfecto, tomo la ruta en donde hay varios bares para elegir uno y poder divertirme, no como todos lo hacen si no a mi manera, estaciono mi auto y salgo de el, camino hacia un bar que roba mi atención, entro y escucho unas muy buenas música, busco una mesa desocupada en el segundo piso, inmediatamente se acerca un mesero.

–¿Qué se le ofrece?

–Por favor un tequila.

–¿Un trago o la botella completa?

–La botella por favor. - el mesero no demora en traerla y brinda un buen servicio trayendo rápidamente la bebida. Observo lentamente en todo el bar para ver si encuentro en esta noche a la mujer que se vea con ganas de pasarla bien y sin compromiso, miro a mi lado derecho y observo un grupo de amigas que se encuentran solas y muy alocadas, opto por mirar al lado izquierdo y no encuentro nada, al frente solo veo una chica, me digo esta es la perfecta se encuentra sin ningún problema para acecharla, tomo unas cuatro copas más y me lanzo a la conquista como lobo que espera que su presa se descuide para su primer zarpado, la veo que esta entretenida en su celular y paso por su lado tropezando sus piernas ya que ella está con sus piernas puesta por el pasillo fuera de su espacio que limita la mesa en donde se encuentra.

–Perdón.

–Tranquilo, no pasa nada solo fue un pequeño tropezón.

–Mil disculpas. - le digo mientras estiro mis manos para estrechar las suyas, ella extiende las de ella. Elogio sus pertenencias y a ella misma.

–Bonito reloj, combina con su carita tan resplandeciente como la luna que nos acompaña hoy en esta noche tan preciosa como usted, con estrellas que  brillan y decoran su boca, ese par de luceros tan pasibles como lo son sus ojos, esa nariz tan fileña que complementa esta gran obra maestra que Dios hizo. - Muy asombrada por ese alago queda anónima da que pasan un par de segundos para que ella pueda responder, solo suelta una sonrisa sonrojándose.

–Bueno me iré y discúlpame bella dama.

–Espera no te vayas, ¿cómo te llamas?

–José ¿Y tú? ¿Te puedo tutear?

–Sí claro, mucho gusto José, yo me llamo Ana.

–¿Ana sola o acompañada? - hago un chiste con doble sentido para obtener una respuesta que me ayude a tener más información sobre ella, sonrió a carcajadas mientras yo la acompañaba simultáneamente con su risa, paramos de reír y me contesta.

–Estoy sola, soy Ana sola jajaja.

–No creo, una mujer tan hermosa como usted estar sola Nooo.

–Seguro que si estoy sola.

–¿Y su novio la deja venir sola y no se digna acompañarla?

–Si fuera yo no la dejara ir sola que tal y le pasare algo a tanta hermosura.

–Gracias por sus halagos pero yo me se cuidar sola, no tengo novio ni marido.

–Entonces ¿le gustaría disfrutar esta noche?

–A eso vine solo que no tenia planeado compartirla con alguien más.

–Eso no es problema, las cosas buenas se pueden compartir y son mucho mejores así ¿qué le parece?

–¿Cómo le hacemos para disfrutarla?

–Tú sólo déjate llevar ¿te parece?

–OK, solo no te paces.

–Tranquila no pasara nada al menos si tu quieres y me lo pides con gentileza.

–Jajaja ¿Como puedes estar tan seguro de eso?

–Olvídalo y bailemos. - tomo fuertemente pero a la vez muy delicadamente sus manos, no nos alejamos tanto de su mesa y empezamos a bailar, al pasar de dos canciones empiezo hablarle al oído tratando de incitarla a pasarla aún mucho mejor, ella solo ríe, dejo de hablar tanto y trato de actuar más tomándola fuerte mostrando el poder que opto en ese momento tratando de hacerla caer en tentación con mis movimientos en el baile. Ella suelta su cuerpo y libera la tención que poseía su cuerpo, toma mis nalgas apretándola mientras habla a mi oído y me dice con mucha gentileza que la tome y la haga mía, espero unos minutos tratando de relajarme y provocar en ella una angustia por tener sexo conmigo, ya al pasar unos minutos le digo que tome sus cosas que nos vamos, no termino de hablar cuando ella ya se encuentra en la mesa tomando sus pertenencias, muerdo mis labios con mucha sensualidad y una sonrisa macabra.

–Ya estoy lista.

–Vamos. - Salimos del bar y le pregunto si trajo auto, lo cual contesta que no, le digo que nos fuéramos en el mío afirma con su cabeza, quito la alarma del coche, nos adentramos al carro pero antes de meter mis llaves para encender los motores nos dejamos llevar por las ganas de coger. Nos empezamos a besar locamente y a  tocarnos, desabrocho su pantalón bajando su rache tomo de bajo en medio de sus piernas siento la  humedad como dando luz verde para seguir, quito su blusa dejando solo su sostén, beso todo su cuello excitándola un poco más, me dice que no quiere perder tiempo y que ya quiere tener sexo, prendo el carro y arranco para la casa pensando en el camino más corto tomando atajos, mientras manejo ella desabrocha mi pantalón, se acuesta inclinándose con su cabeza a mis piernas, toma con su boca mi pene haciéndome un oral mientras manejo. Se siente tan rico como esta endemoniada mujer toma todo mi pene y lo saborea, juega con su saliva en la punta de mi miembro, no soporto tanta presión y placer que también inclino mi cabeza hacía atrás cerrando mis ojos olvidando que voy manejando, al instante suena una bocina de un auto, levanto el rostro lo más veloz posible y veo una luz que sega directamente mis ojos dejándome sin panorama por unos segundos, freno bruscamente mientras las llantas trasera de mi auto hacen un escalofriante sonido con el rose del asfalto.

El PSICÓPATA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora