Corazones Enredados [Sirius Black, Remus Lupin]

•Capítulo 9•

Narra Remus

Era ya de día.

Unas líneas de luz entraban por la ventana obligándome a abrir los ojos.

Me moví un poco y cuando iba a levantarme sentí que unos brazos me lo impedían rodeando mi torso.

Me fijé en la dueña de esos brazos y después comencé a recordar todo.

Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro al recordarlo.

Esa joven profesora me tenía loco y me sentía feliz de haber estado con ella.

Quizás gracias a esto acabaríamos siendo algo más, iluminando la oscuridad que tenía mi vida.

Esa estúpida idea se desvaneció de mi mente al recordar que no podía estar con ella.

Yo era muy peligroso.

No le podría brindar dinero,un hogar,familia...

Ella jamás estaría con alguien como yo,no se lo merecía.

Un leve movimiento a mi lado me saco de mis pensamientos.

La chica que ahora ocupaba mi mente se movía inquieta a mi lado.
Estaba sudando y decía alguna que otra palabra que yo no lograba descifrar.

Preocupado por ella decidí despertarla ya que lo más seguro es que estuviera soñando algo que le perturbase.

-Lynette,despierta,es solo una pesadilla,tranquila.-Susurré clamándola.

La chica se levantó de golpe algo agitada y con los ojos llorosos, respirando rápidamente.

-Yo...lo siento si te desperté,tuve una pesadilla horrible.

-Si quieres puedes contarme lo que pasó,yo te escucho.

-Es algo muy personal, en otro momento te lo contaré lo prometo.
Bueno... Buenos días.

-Buenos días...Tenemos que ir levantándonos ya si queremos llegar al comedor para poder desayunar.

-Si, oye lo que paso anoche...me encantó pero no podemos tratarnos con cariño ni nada parecido en el horario de trabajo, ya bastante tenemos con que mi sobrino se haya enterado.

-Hablando de tu sobrino...¿ya le has explicado lo que vio el otro día? Porque Harry no es un chico que olvide las cosas fácilmente...

-Se lo explicaré hoy cuando tenga tiempo,tranquilo...Ahora es mejor que me meta en la ducha que si no, no llegamos a desayunar.

Ella se fue a asear mientras yo preparaba toda mi ropa.

Cuando salió me dio una toalla y entré yo, me di una ducha fría y después de secarme terminé de arreglarme.

Cuando salimos, Lynette  y yo nos dividimos para que no pensaran nada los alumnos y nos encaminamos al Gran Comedor por caminos diferentes.

Narra Lynette:

Pesadilla (en esta pesadilla al principio James si se llevaba bien con Lynette)

Me encontraba en la casa de mis padres.

Estaba jugando con mis muñecas y James estaba sentado en un sillón leyendo El profeta.

Yo me aburría mucho y decidí pedirle a James que jugara conmigo.

El me dijo que no podía, que estaba esperando a sus amigos.

Según mamá,un amigo suyo se quedaría cuidando de mi.