5

64 8 2
                                    





Este día inicio cuando mi madre entró gritando  Feliz cumpleaños a mi habitación a primera hora del día, jale mis sábanas para taparme por completo intentado no complacer de la emoción de mi madre por despertarme. 

Un día más en mi cotidiana y joven vida. 

— Bebé … Despierta… Feliz cumpleaños. —Mi madre quitó las sábanas dejando mi cuerpo al descubierto, me removí riendo por las cosquillas que hacía en mi estomago. — Vamos bebé, arriba, nos espera un largo día… 

— Quiero dormir un poco más mami. — El ruido en el primer piso me daba a entender que afuera había mucho movimiento. 

— A la ducha bebé. — Me levanté con los ojos cerrados y sonriendo por la actitud de mi madre.

Camine a la ducha con la pereza sobre mis hombros, entre a la regadera abriendo el grifo y dejando el agua correr por mi pequeño cuerpo. Salí unos minutos después y baje al primer piso a desayunar donde me encontré con varias personas entrando y saliendo de mi casa, algunos con arreglos, otros cargando bocadillos de diferentes tipos. 

Mire a mi padre organizando algunas personas que arreglaban las mesas y adornos entre otras cosa en el jardín. 

— Mamá ¿por qué hay tantas personas tan temprano? — me senté en la mesa viendo a todos trabajar llevando y acomodando. — Papá va a venir a desayunar con nosotros? 

— Ya estoy aquí… Feliz cumpleaños bebé. — sonreír al verlo entrar acercándose a mi. Lo abrace por la cintura y él beso mi cabeza, mi madre sonrió sentándose al lado de papá y empezar nuestro desayuno. 


Para antes del medio día, el jardín estaba totalmente arreglado, un par de inflables para los niños pequeños, juegos de arquería y otro tipo de juegos para los más grandes, bocadillos y postres junto algunas frituras. Había arreglos de flores,  globos, lámparas por todos lados, está escena era repetición de cada año, pero no se sentía igual, será por qué ahora soy más grande y entiendo las cosas de una forma diferente o es que ahora no había tema de cumpleaños? Cada año desde que recuerdo mis fiestas de cumpleaños tenían un tema infantil y había otros tipos de arreglos más aniñados. 

Mis abuelos maternos fueron los primeros en llegar, los vi desde la ventana de mi habitación cuando su auto se aparco fuera de nuestra casa. La abuela fue la primera en salir del auto quien corrió a abrazar a mi madre 

Algunos amigos de mis padres comenzaban a llegar junto a sus familias al igual que algunos compañeros de mis clases. 

Me vestí con la ropa que mi madre me había dejado e intenté peinar un poco mi cabello quería lucir bonito. Para Do. 

Baje las escaleras con pasos lentos cuando supuse que era hora de hacer mi presencia. Busque con mi mirada esperando que a quien quería ver  ya hubiese llegado. Pero no. Solo había otros niños que no conocía corriendo por la casa y el jardín, no me moleste en preguntar quienes eran todos esos niños, ninguno era tan importante como él. Camine por el pasillo con dirrección a la salida en busca del auto de la madre de Do. Pero fui interceptado por los brazos de una Omega cuyo aroma se parecía un poco al de mi madre. 

La abuela

— Nuestro bebé ya es un niño grande, feliz cumpleaños Mickhail. — sus brazos de Omega eran más fuertes, apretó mi cuerpo con bastante fuerza importandole muy poco mis quejas moviéndome de un lado a otro como muñeco de tela, repartió varios besos por mi rostro y despeinó mi cabello, luego salió corriendo en dirección al abuelo que tomaba algo en una copa. 

Dejame Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora