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¿Haz estado en esa parte de tu vida en la que sientes que eres un robot? ¿Dónde abrir los ojos por las mañanas, levantarte e ir a dónde debes lo haces solo por qué tienes que hacerlo?


Así es como he vivido los últimos meses de mi vida. 

Me desperté con la roptura del alba, mis ojos ardían y estaban hinchados. 

Como todas las mañanas.

Aún no puedo dejar de llorar cuando me acuerdo de él. Aún lloro por la noche, aun me duele no saber nada de él.

Dicen que la medicina calma el dolor pero a mí dolor no lo calma ni toda la medicina del mundo,

No existe nada que ilumine toda la obscuridad de mi interior o reviva los latidos de mi corazón.

No quiero levantarme incluso el que mis pies toquen el piso es una tortura para mí. Todo se siente tan frío, tan triste y solo, como el clima afuera de mi ventana. 


Afuera está oscuro incluso aunque sea de día, el cielo no es azul el color gris a cubierto el sol, la neblina espesa abraza el lugar y transforma el tiempo en melancolía. La lluvia azota en mi ventana  con fiereza a causa del viento. 

Hace unos días antes de que la lluvia comenzara camine a su casa, quisiera decir que todo sigue igual. Pero no. La calle está cubierta de hojas, guías de plantas sirvestres crecen por la reja de la entrada y también por las muros de la casa, no hay nada dentro más que mantas cubriendo los mubles y polvo por doquier.

No volverá, él ni siquiera te ha escrito en 10 meses

He visto desde la ventana de mi habitación el paso de los días, desde la salida del sol hasta el ocaso, he visto los árboles verdes cambiar su color a uno amarillento, he visto las hojas caer una tras otra hasta que las ramas quedarán desnudas. He contado cada gota que el cielo ha derramado durante los últimos días. 


El reloj muestra el fin del día, de otro día… el tiempo sigue avanzando sin contratiempos, cada segundo, hora y minuto me aleja más de la última vez que te vi.

Y lo seguirá haciendo, el tiempo no se detuvo con tu partida … Solo yo, solo yo me detuve cuando me dejaste. 








                  ….. 🌬️❄️ …..








El clima comienza a ser frio, las personas afuera han cambiando sus impermeables por ropas abrigadas. 

El agua del río está helada en poco tiempo la temperatura bajara más y con ella la primera nevada del año caerá.

Las primeras nubes comienzan a pintar en el cielo. 

Ha pasado 12  meses y estoy aprendiendo a fingir que estoy bien. Que nada pasa, ya no lo extraño y no me duele. 




…..





Esta mañana salíamos del café al que mamá solía ir al finalizar su trabajo, el sol no se veía a causa de la posible nevada de está noche, pero por la poca luz que se filtraba por las nubes indicaba que el sol estaba por ocultarse, estaba por oscurecer, las luces de los autos en la calle comienzan a encender al igual que los faroles de las calles. 

En la acera de esa misma calle, un  chico de cabellos oscuros, quizá un poco más joven que yo tocaba el violín de manera animada, como si la tristeza que nos redeaba y el frío tan calador no existieran, varias personas detenían sus pasos para observar el toque de aquel niño, la mayoría dejaba monedas en el estuche del violín, su melodía era tan cautivadora que no pude evitar detener mis pasos y observarlo, no llevaba monedas, lo único que tenía de valor era la cadena que Do me había regalado el año pasado, colgado al rededor de mi cuello, lo apreté con fuerza y sin pensarlo dos veces me la quite y estiré mi mano sobre el estuche. —Es momento de dejarte ir— solté la cadena y volví mis pasos al lado de mi madre.





Dejame Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora