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Me duelen los ojos, el pecho, el cuerpo

Me duele el alma

Me siento muerto




Mi cuerpo no tiene las fuerzas para levantarse y tampoco mi alma.

He pasado los últimos días dentro de las sábanas de mi cama y llorando entre los brazos de mis padres, sus aromas me relajan y calman mi dolor, al menos por ratos. Estando solo lo único que puedo hacer es llorar.

Do se fue esa misma noche y aunque a la mañana siguiente corrí a su casa con la esperanza de que todo fuera una sueño, la cruel realidad me golpeó cuando encontré la casa vacía. ¿A dónde fue? No lo sé. ¿Por cuánto tiempo? Tampoco lo sé. Pero volverá estoy seguro, él lo prometio.



Volverás y estaremos bien.


Yo estaré bien, solo necesito tiempo para costumbrarme a tu ausencia. ¿Pero cuando será eso? ... me duele el alma, me duelen los ojos, no me siento con fuerzas en el cuerpo.

Te necesito tanto, te añoro tanto, ya no puedo llorar... me duele cada tejido de mi corazón.

Mi vista borrosa, mis mejillas empapadas, mis manos apretando mi pecho como si eso calmará el dolor.


Quiero que deje de doler, solo por un momento. Quiero dormir un poco.



Escuché la puerta ser abierta y mis padres entraron a mi habitación para ayudarme a dormir, soltando sus feromonas, esa era la única manera de poder dormir.

Papá me abrazo en cuanto entró a mi cama limpiando mis pequeñas lágrimas y besando mi frente, ya no podía decirme que todo estaría bien pues en los últimos días había sido testigo de que nada para mi estaría bien. Por otro lado mi madre se acostó a mis espaldas besando mi coronilla, entrelazando sus brazos con los de mi padre, dejándome a mi en medio creando una barrera con sus brazos y feromonas, la mezcla de Roble con menta de mi padre y jazmín con caramelo de mi madre lograron dormirme en un instante.





🥀⛈️





Después de una semana de llorar me obligue a dejar la cama y tratar de seguir mi vida, no podía quedarme llorando ahí hasta que él volviera, él no estaría orgullozo de eso.

Durante el día pasaba entre los brazos de mi madre y por las noches necesitaba de los aromas de ambos para sentirme mejor, solo un poco. Y aunque mi madre seguia trabajando desde casa y cuidando de mi, hoy fue llamada a una reunión por lo que tuve que hacer mi mayor esfuerzo e ir con papá a su trabajo lo que restaba del dia.

Mi padre conducía su camioneta rumbo a su oficina, yo sentado en el asiento del copiloto en total silencio mis ojos ardían y solo quería dormir.

Papá me miraba en momentos, podía sentir su preocupación en su aroma y por las pequeñas ojeras en su rostro podía notar que no durmió mucho anoche, sabía muy bien que era mi culpa, seguía llorado incluso dormido, como aquella primera noche.





Baje de la camioneta de mi padre con mi mochila y una manta que mi madre había impregnado de su dulce aroma antes de subir a la camioneta de papá, sabía muy bien que la necesitaria. Papá me tomo de la mano cuando me puse a su lado y nos dirigimos a la entrada del edificio, pasamos frente a varias oficinas antes de llegar a la suya, en la entrada estaba su secretaria, nos saludo con una amable sonrisa.

Dejame Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora