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Hill no temía por la integridad física de Rogers, pero si por su misión. Una chica rubia, tonta, acostumbrada a tener lo que quería, no podía dañar al lider de los vengadores ¿cierto?
Esperó un momento, fingiendo que hacia su trabajo, pero solo movía copas y vasos de un lugar a otro con algo de nerviosismo; hasta que vió a Natasha acercarse al bar, con cara de pocos amigos.
—¿Todo bien?— María preguntó a la pelirroja.
—Perfecto— Fue lo único que dijo, antes de meterse tras el área de la barra y servirse lo que parecía un whiskey cuádruple. El vaso de cristal no era el apto para ese tipo de bebida, pero María no replicó.
—¿Puedo ir un momento al tocador? Creo que ya no puedo esperar un momento más— dijo la castaña con una mueca de urgencia.
—Seguro, estaré aquí mientras tanto— la rusa dio un sorbo a su trago y con un ademán le indicó a la barman que podía irse— No te demores, Alexei entrará al club en cualquier momento y no debe ver a las invitadas de su prometida desatendidas.
Entendiendo que eso si era un peligro inminente, María salió a toda velocidad hasta los baños para empleados y luego de cerciorarse de que nadie la veía, se acercó al área donde estaba la cajita del sistema de alarma contra incendios.
Suspiró sabiendo lo que se avecinaba y de un tirón bajó la palanca, iniciando el sonido estridente que anunciaba que algo estaba quemándose y unos segundos después los rociadores de agua iniciaron con su función.
Esperaba que Steve pudiera aprovechar para huir de las garras de la dueña del club.
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Todas las mujeres en el lugar, gritaron como si en lugar de simple agua, estuvieran siendo rociadas con lava volcánica. Natalia corrió para intentar calmar a las invitadas, pero estas en lugar de escucharle y salir con cuidado, le ignoraron, saliendo despavoridas, empujando y golpeando a otras mientras se amontonaban en la salida.
Quizá el incendio había iniciado en los baños, con alguna chica ebria lanzando un cigarrillo en el basurero; No era la primera vez que sucedía. Resopló con desgana, al ver que estaban saliendo las últimas invitadas y trabajadores, pero entre ellos no estaban ni la Homenajeada de la noche, ni el chico nuevo.
—Carajo— Murmuró y volvió al interior del lugar, en contra de la advertencia del equipo de seguridad.
De camino a la parte trasera del local, la rusa no observó nada fuera de lo normal, el agua seguía cayendo de los rociadores en el techo. No había humo o fuego a la vista, entonces fue su señal para avanzar con cautela hasta llegar al área de oficinas, donde a la salida del despacho de Alexei, una rubia enfurecida chocó su hombro con el de la pelirroja, al salir apurada para resguardarse del agua que había arruinado su cabello.
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STRIPPED
Fiksi PenggemarSteve Rogers embarcándose en la misión más incómoda y productiva que hubiese imaginado... Pequeña historia +18