XXIV. He Vuelto

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Temprano en la mañana Nie Huaisang se olvidó de ir a la galería, ahora trabajaba como asistente de uno de sus profesores, era un trabajo temporal. Después de desayunar con su hermano, Xuanyu y su cuñado, Huaisang se apresuró a la casa de Wen Ning. No podía esperar a que pasara más tiempo. En cuanto se enteró, lo primero que pensó fue en ir a buscar a Wei Ying, pero eso quizás no hubiera sido lo mejor.

- Ya voy, ya voy. – dijo Wen Ning somnoliento saliendo de su cuarto. – Hoy es mi día libre. – bostezó Ning. - ¿¡Huaisang?!

- ¿Tú sabías que volvió? – fue lo primero que dijo Huaisang cuando su amigo le abrió la puerta

- ¿De qué hablas Huaisang? ¿No deberías estar en tu trabajo? – Wen Ning dejó pasar a su amigo

- Wen Ning... - Huaisang estaba preocupado. – Está aquí

Wen Ning entendió entonces lo que quería decir Huaisang, dejó pasar a su amigo y ambos se quedaron en la sala. Ning guardó silencio y se sentó como pudo en el sofá. Sus vidas estaban tranquilas, ¿por qué tenía que pasar algo así?

- Wei Ying.... ¿él lo sabe? – preguntó Ning

- No lo sé, pero si lo sabe, Lan Zhan estará vuelto loco. – Huaisang dejó caer su cabeza hacia atrás. – Pero eso no es lo que me preocupa

- A mí tampoco... - Ning y Huaisang sólo se mantuvieron en silencio, pensando que era lo mejor que podían hacer. – Él estará bien, por ahora investiguemos a que ha regresado y cuánto tiempo se quedará

- ¿Le diremos a Wei Ying y Lan Zhan? – Huaisang no quería cometer una indiscreción

- No, en todo caso, también deberíamos averiguar que tanto saben ellos antes de todo. – Wen Ning juntó sus manos y suspiró

- Tienes razón, mantendremos a Wei Ying lo más alejado posible, nada puede perturbarlo, está embarazado, no podemos dejar que le pase algo. – Huaisang concordó con su amigo, la prioridad, como siempre, era el bienestar de Wei Ying

Ning y Huaisang estaban ansiosos de lo que podía o no pasar a partir de ahora, su regreso a China era una mala noticia para el matrimonio de su amigo, pero más para Ying. Los chicos esta vez protegerían a Wei Ying, tal como creyeron debieron hacerlo en el pasado. Esta vez nada arruinaría la felicidad de Ying.

- No puede acercase a Wei Ying. – dijo de pronto Nie Huaisang

- Lo sé. Pero no puedo confiar en que cumpla eso. – respondió Ning

- Esto es grandioso. – Huaisang dejó caer su peso entero y se hundió en el sillón. – Después de tantos meses de paz y tranquilidad, tenía que pasar esto

- La calma antes de la tormenta. – Ning habló sin pensar y Huaisang le miró preocupado. – No. – Ning trató de calmar a Huaisang, sabía cómo se sentía con eso. – Sólo es un decir, nada va a pasar

Huaisang y Ning siguieron hablando de las posibilidades que había. Luego de un rato Ning se cambió de atuendo, su día libre había cambiado de planes. Ahora, preocupados como nunca, los chicos se alistaron para salir en busca de más información esperando llegar antes que Zhan o Ying. Lo que ellos no sabían era que Lan Zhan ya estaba enterándose de la situación.

Una semana antes Zhan había recibido un mensaje importante. Lan Zhan no podía, ni quería que su esposo se turbara, justo como lo hizo él la noche que le entregaron el mensaje. Lan Zhan llamó al número, pero lo que tenían que hablar, era algo que no podía ser dicho por teléfono.

Así que con mucho pesar del Lan, aceptó recibir su visita a su departamento, luego de que su esposo se fuera a trabajar. O ese era el plan, pues su personalidad puntual rebasó sus expectativas y llegó antes de lo esperado.

Bienvenido a la Torre MXTXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora