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No debía llorar, no debía mostrar debilidad o su castigo sería peor, su padre podría ser muy cruel su cuerpo le dolía resultado de los golpes que el adulto le estaba dando , su padre lo jalaba del cabello y le daba algunas quemaduras nuevas.

Azula siempre mentía lo sabía desde hace tiempo pero nunca se había dado cuenta de lo malvada que era.

Podía recordar el evento que lo llevo a esta situación su tío lo había salvado, porque era débil porque no podía apagar un simple fuego, era Zuko el príncipe sin talento, estaba humillado no podía tolerar la mirada de su abuelo, ni la de los guardias, ahí parado frente a las puertas de su antigua habitación, nadie había pronunciado pero Azula tuvo que hablar.

- oh Zuzu debes tener más cuidado , tu descuido casi quema el palacio del señor del fuego, eso sería traición, si estás cansando al grado que no puedes cuidar una simple vela, tal vez deberías dejar de ir a tantas clases -se burlo la única princesa del fuego pero la mirada que el señor del fuego le mando la hizo callar, dando una reverencia se marchó a su habitación sin ocultar su mal carácter.

Ozai se quedó callado mirando como su hija marchaba, y luego su fría mirada se posó sobre Zuko era tan parecido a Ursa que le provocaba malestar,  toco el hombro del menor y lo arrastró a su habitación.

Los guardias se colocaron fuera de esta y guardaron silencio cuando los sollozos se escucharon.

Llevan una hora ahí, Zuko no sabía porque su padre era así con él , no sabía porque su hermana era amada por su padre.

corazón inquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora