Heaven Knows I'm Miserable Now (ZoSan)(CrocoSan)

Mr. Prince

Sanji se encerró en su cuarto sin poder ver a su padrino a los ojos, lo que había hecho le parecía demasiado indigno, no tenía la valentía para hablar con nadie en estos momentos.

Bege por su parte solo vio al joven subir a su habitación, pero con miedo a provocar otra pelea decidió dejarlo como estaba y no molestarlo.

***

Al día siguiente, el rubio estuvo la mayor parte del tiempo en su habitación, solo bajaba para buscar algún bocadillo y volvía a su alcoba.

Evitaba todo contacto con su padrino, luego de lo que había hecho no podía volver a verlo, sentía mucha culpa.

Mientras meditaba sobre sus malas decisiones sintió que tocaron la puerta de su habitación.

—¿Sanji...? —Menciono débilmente su padrino, casi como si no tuviera esperanzas de recibir respuesta de su ahijado.

—Si—Respondió sin levantarse de su cama abrir la puerta.

—Compre ese pastel que tanto te gusta...por si quieres bajar a comer—Anuncio.

Sanji no quería afrontar aun la realidad, necesitaba huir.

—No tengo hambre...gracias de todos modos—

Bege se quedó unos segundos afuera de la puerta, iba a pedirle a su sobrino que lo acompañara a comer, que se sentaran a compartir un rato como lo hacían antes cada vez que Bege tenía tiempo. siempre aprovechaban de convivir cuando Bege no estaba atendiendo sus asuntos de la mafia, no bastante, se arrepintió de pedirle que bajara un rato, mejor dejó solo al joven.

Sanji pudo escuchar los pasos de su padrino alejándose , sabía que el mayor había querido decir algo mas , también a juzgar por el tono de voz del mafioso notó que algún asunto lo estaba afligiendo.

El mafioso quería comentarle algo grave a Sanji pero sabía que a este no le interesaría, después de todo ,tenía que ver con la discusión que habían tenido afuera de la casa.

Muy tarde, esa misma noche, el joven bajo a tomarse un té de melisa, tenía un insomnio horrendo y como a esa hora su padrino generalmente no estaba en casa, bajo a la cocina.

Sintió de inmediato aroma a alcohol al bajar, se asomó a la cocina con mucha cautela y oyó una copa amortiguar contra a mesa. Decidió entrar. Pensaba en que ya era hora de hablar con su tutor. Le sorprendió verlo en casa a estas horas ,y más aun, bebiendo solo.

—¿Sanji?...Pensé que estabas durmiendo—Comentó mostrándose menos deprimido.

—No puedo dormir—Mencionó acercándose a la mesa. El mayor dejo de lado la botella.

—¿Tío, que sucede? —Preguntó preocupado. Sospechaba que aquel animo tan decaído podía ser culpa de la pelea del otro día. Sin embargo, esto era más grave de lo que parecía.

El mayor apoyó uno de sus codos en la mesa afirmando su cabeza con su mano, dio un suspiro y bebió de su copa nuevamente.

—Es...—Iba a contestar pero luego guardó silencio, pensó que no era un tema que para el rubio fuera relevante—No es nada Sanji—

—Si vas a mentirme al menos deberías hacer el intento de que se escuche creíble...—Comentó el menor—Anda, que sucede...No me gusta verte así, ¿es por mi culpa? si es por lo que dije el otro día realmente me siento como un idiota por mi comportamiento—Se disculpó por ello.