Heaven Knows I'm Miserable Now (ZoSan)(CrocoSan)

Feeling so faithless, lost under the surface

// —ya ya...—Calmaba Sanji al peliverde.

Estaban abrazados en un parque que lucia vacío. No se veían hace mucho, y hace poco habían entrado a clases—Yo también te eche de menos...me has hecho tanta falta que sentía que no podía respirar—Confesó el rubio besándolo en la frente.

—Yo igual, demonios, yo igual...—Lo atrajo con más fuerzas el peliverde.

—te amo...—Expresó —que nunca se te olvide, eres mi razón de vivir...y nada nos podrá separar, ni siquiera nuestros padres...—Anunció Sanji.

—Te amo Sanji, no quiero volver a perderte — Replicó dándole un beso.

Aquel, fue el último beso que se dieron...Después de ese día , solo habria aflicción para ambos//

Sanji despertó exaltado y cuando se sentó en la cama notó como unas lágrimas caían en sus mejillas. Luego se dio cuenta que estaba en la casa de su amante. Primera vez que se despertaba primero que aquel hombre.

—...Una pesadilla o ¿un recuerdo que viene a acecharme?—Susurró el rubio .

Miro el reloj. Eran las diez de la mañana, él había llegado a las seis y media ahí. Se había escapado como siempre por la ventana de su habitación confiando que su padrino no lo encontrara.

—Diablos...—Se despertó Crocodille—Debo ir a trabajar, hoy entro más tarde pero que más da...—

—Quédate un rato más—Dijo abrazando el torso desnudo de su profesor.

—El trabajo es trabajo, niñito—Comentó liberándose del abrazo del joven. Se puso de pie, se estiró y dio el último gran bostezo. — Si quieres quédate aquí hasta que se te quite el cansancio...—

Sabia que el muchacho había quedado agotado luego de haber tenido relaciones desde tan temprano en la mañana. El profesor había intentado no ser tan exigente pero ya que entraba tarde quiso disfrutar bien la presencia de aquel fastidioso joven.

—¿Y si llega tú esposa y me encuentra aquí?—

—Ella está ahora al otro lado de la ciudad—Anunció— La ventaja de salir con una mujer de negocios...—Le guiño el ojo.

—Entras a las dos de la tarde...Porque no —Iba a proponer que tuvieran otra ronda.

—No me quedaré ya lo dije...—Finalizó tomando ropa limpia y dirigiéndose a la ducha.

En todo ese rato que tardo en cambiarse y alistarse para irse al colegio, Sanji permaneció acostado. No tenía una motivación especial por ir al colegio ese día.

—¿Vienes? O ¿ te quedas?—Preguntó el hombre mayor.

—No—

—Adiós entonces. Cuando regrese no te quiero en mi apartamento, ¿me oíste?— Ordenó dirigiéndose a la salida.

—Si señor—Comentó con un obvio y molesto sarcasmo.

Volvió donde el menor colocarse frente a él.

—No uses ese tonito sarcástico con migo—Le ordenó.

El rubio lo miró desafiante.

—No señor, no volveré a hacerlo—Comentó sin quitar aquella actitud.

Ambos quedaron en silencio mirándose. El rubio sabia que no debía desafiar a aquel hombre.

Corcodille dejó su maletín en el suelo con mucha calma y se empezó a desabrochar la corbata y camisa.