Heaven Knows I'm Miserable Now (ZoSan)(CrocoSan)

Even if we're far away from each other, our thoughts are connected

 Tiempo atrás.

Crocodile había despertado al lado del ahijado de su mejor amigo, se despertó primero y se sentó en la cama tratando de reflexionar sobre ello.

Su intención había sido netamente ir a hablar con Bege, no esto. No entendía como había ocurrido, toda su vida negando su verdadera naturaleza, todos estos años fingiendo ser el esposo ideal, evitando encuentros impuros, huyendo de situaciones que lo comprometieran de esta manera. Habían sido años de escapar de su verdadero yo y solo había bastado unas cuantas horas con el joven para sucumbir ante las insinuaciones de aquel jovencito.

Sentía que esto era un mal sueño, que jamás había hecho esto. Si bien, había sido la mejor noche de su vida, y porque no decirlo, el momento más feliz de todos sus años de existencia, no le era fácil celebrar algo como esto, era demasiado inmoral para permitirse a sí mismo sentirse alegre.

Se iba a levantar para marcharse, pero el rubio lo abrazó por la espalda deteniéndolo.

—¿Dónde vas? —Mencionó dando un ligero bostezo.

El mayor no estaba preparado para esto.

—Debo volver a mi casa—Se limitó a contestar.

—Tan urgente que no hay tiempo para despedirse—Indicó el rubio.

Sanji realmente no estaba tomándole el peso al asunto, solo había querido estar con alguien esa noche, y no podía negarlo, había sentido una atracción incontrolable hacia el mayor desde que abrió la puerta. Pensó que se podía deber al frenesí de tener intimidad con alguien más que no fuera Zoro, porque en su corta edad, con la única persona que había estado había sido el peliverde.

—Mi esposa vuelve mañana a la ciudad...Debo tener todo listo para esperarla—Se excusó pensando que así definitivamente el joven cedería y solo tomaría este asunto como algo de una noche, un asunto sin precedentes del cual no se volvería a hablar.

—Debo retirarme ahora, Sanji...—

—Está bien—Acató el rubio.

El mayor se levantó, ocupo la ducha de la habitación del rubio y salió arreglado tal y como llegó, como si nada hubiese ocurrido.

—¿Volverás nuevamente? —Insistió el joven antes de que se marchara definitivamente.

—Eso mismo debía preguntarte yo...¿Volverás al colegio nuevamente?—replicó para evitar involucrase más.

—Yo ya no puedo regresar allá—Agachó la mirada.

El mayor se tomó un momento para preguntar por "aquel día".

—¿Es por Zoro? —

El rubio levantó la vista desconcertado, no creyó que estuviera al tanto.

—N-no...porque dice eso—Sonrió mintiendo.

—No debes fingir conmigo Sanji. —Contó lo ocurrido—Sin querer, aquella vez que Zoro y sus amigos te trataron de mentiroso por revelar tu relación con él, yo escuche todo...Estaban afuera de mi sala cuando te acusaron de inventar que andabas con él—Confesó.

Sanji lo miró intentando sonreír y negar aquello que tanto lo lastimaba, pero no pudo y en vez de mentir nuevamente, terminó llorando sin control, era la primera persona que le preguntaba por ello, no pudo evitarlo.

El mayor se adelantó a abrazarlo, dándole resguardo porque aquella vez no pudo y siempre sintió que debió interceder en aquel asunto.

—Está bien...no es necesario que me respondas, solo quiero decir que lo que te hicieron esos muchachos fue algo cruel e imperdonable, tu no lo merecías y aunque se hayan esforzado por hacerte quedar mal, yo si te creo Sanji—Le mencionó mientras el menor lloraba hundiendo su rostro en el pecho del mayor, no podía con aquello, recordarlo le dañaba el alma de manera inimaginable.