Heaven Knows I'm Miserable Now (ZoSan)(CrocoSan)

Atrapado en un momento cautivante.

Sanji y Zoro se quedaron hasta tarde conversando, no muchas cosas relevantes, no sabían que significaba este reencuentro aun como para ponerse al día con todo pero se dieron cuenta que la confianza aun estaba intacta para compartir un momento de calma y cercanía.

Zoro acababa de salir del hospital, y Sanji por su parte había terminado una relación de dos años con su profesor, Crocodile. Ambos en este momento querían un momento de tranquilidad y redención.

Estaban en el sofá del comedor conversando, Zoro se encontraba acostado con su cabeza respaldada en el regazo del rubio, el cocinero le acariciaba el cabello mientras lo admiraba, el peliverde era un joven atractivo, no era novedad que pensara así, después de todo habían sido novios, pero en ese entonces Sanji jamás tuvo la oportunidad de ver a Zoro como un joven bien parecido, pues se habían enamorado de a poco a medida que iban creciendo, jamás se detuvieron a contemplarse con tanto detalle.

—Has crecido...—Mencionó el cocinero con una sonrisa.

Zoro quien aún yacía en el regazo del cocinero levanto su vista, un poco avergonzado por esa mirada del rubio.

—Han pasado dos años...obvio que he crecido—Contestó tocando el rostro de su amado sin levantarse.

Sanji tomo la mano del peliverde y le dio un cálido beso, por un momento habían olvidado todo el tiempo que vivieron separados en la indiferencia, los malos entendidos ...todo pareció lejano.

Zoro suspiro, permaneció un momento sintiendo al rubio acariciar su cabello pero luego se acomodó sentándose al lado del cocinero.

Tosió aclarando su voz y pensando bien en las palabras que ocuparia luego de estar pasando este momento tan bello. Tenia miedo de que quizá arruinaría todo.

Asi que dio un rodeo para aclarar sus ideas.

—¿Tienes algo para beber?—Dijo el peliverde —Algo ligero —

Sanji no se esperaba eso pues parecía que Zoro iba a decirle algo importante, asi que asintió. Ambos se dirigieron a la cocina.

El rubio miró su reloj.

—Que extraño...Mi padrino aún no ha llegado—Mencionó .

Sirvió algo ligero para ambos, el cocinero sabía que el estado físico de Zoro no era el mejor aun.

—Gracias, esta muy bueno este té—Dijo Zoro.

Estaba siendo un poco torpe para comunicarse, y es que a pesar de todas estas horas que habían estado charlando aún se sentía avergonzado.

—Si quieres, cuando te mejores, puedo preparar un banquete...Siempre es bueno celebrar un nuevo comienzo con buena comida—Anuncio el cocinero con ánimos.

—jajajaja Hablas de la comida como si fuera milagrosa—Atinó a bromear el peliverde.

—Claro que lo es—

—¿Sigues pensando en convertirte en chef? —

—Si, el próximo año tenía planeado terminar mis estudios en Italia, así seguir perfeccionándome...Abrir mi propio restaurante si es que me va bien—

—Por supuesto que te ira bien...—Hablo con confianza—¿Entonces te iras de la ciudad...?—

Sanji , al escuchar esa pregunta, quedo pensativo. La verdad, si ,estaba decidido a escapar de esa ciudad desde que las cosas se habían ido complicando cada vez más, sin embargo, ahora que podia reestablecer los lazos con Zoro parecía una idea no tan firme.

—No sé...—Respondió.

En ese momento ambos quedaron en silencio.

Zoro no era idiota, sabía que significaba aquello. Pero había tantas cosas que aun habían querido conversar.