Monstruo interno

Comienzo de las terapias

Al llegar a su universidad fuimos rumbo a la sala de la biblioteca. Al llegar ahí todo estaba tranquilo, no había nadie, simplemente era una sala pequeña llena de estanterías viejas con libros antiguos, se podía ver toda la suciedad que estos tenían, y por los rincones formaban telarañas abandonadas por sus mismas creadoras. En frente de nosotros hay una larga mesa y justo detrás, una ventanas enormes con las vista del patio.

- Sientate ahí y ponte cómodo.

- De acuerdo. - le respondo.

Me siento en una silla al lado de la ventana, Levi se pone unas gafas negras y se sienta delante mía. Y por fin mis horribles y para nada deseadas terapias empiezan.

- Bien, Eren Jaeger, al parecer su padre me ha informado de que sufre bipolaridad, ¿eso es cierto?

- Si.

- De acuerdo, ¿qué te impulsa ese cambio drástico de personalidad como para pegar a muerte a alguien?

- No veo porque debo responder a eso.

Levi suspira y continua.

- Al parecer no has escuchado nada de lo que te dije antes, escuchame bien mocoso, aquí tu única finalidad es responder a mis preguntas y yo analiso todo, ¿de acuerdo?

Con una mirada fría y penetrante, siento un miedo incontrolable, incapaz de contradecirle.

- Ahora, respondeme. -me dice.

- Odio los seres humanos, no conozco a nadie que intente entender a los demás, que intente ayudar, lo único que saben hacer es criticar y insultar para salvarse a si mismo, esa clase de gente... - me detengo, cojo aire y con un tono calmado pero fríamente, continuo - no merecen vivir.

Al ver la reacción de Levi, se contempla enseguida que no se esperaba es respuesta. Suspira, me mira y dice.

- Entiendo lo que dices, pero no todos son así, hay gente amable, ayuda y que entiende a los demás pero te has enserado tanto en ti mismo que no puedes ver lo que hay a tu alrededor.

- Claro - digo en tono sarcástico - ¿y donde están esas personas?

- Están mas cerca de lo que crees, pequeño mocoso.

Al decir eso, el pequeño personaje saca una sonrisa en sus labios, en la cual no le veo el significado, pero podría apostar que aquel individuo disfrutara al hacerse sufrir con sus absurdas terapias.

- Eren Jaeger, se acabó por hoy nos vemos dentro de unos días, te contactaré.

- ¿Que? Pero si no tienes mi número.

- Soy un genio, Eren, tengo medios de comunicación y gente de confianza, gasté sudor y sangre para obtener tu numero, pero bueno en pocas palabras dale las gracias a tu padre.

Seguramente debo de tener una cara de perplejo, y enseguida pienso: "¡menudo tío, sus bromas son malísimas! " y al pensar en eso saco una agradable risa, la cual no la sacaba hacia tiempo. Al salir de la universidad de Levi, lo único que recuerdo es su elegante sonrisa después de su súper  comentario.