Tumbado en la cama, ya de noche, recordando la sensación y emoción de hace unas horas. Tengo ese momento gravado en la mente, ese paisaje tan hermoso, como si fuera una foto. El sentimiento fue de lo más extraño, un calor en el pecho. ¿Sera admiración? ¿de Levi? Lo dudo mucho, y menos aun de ese tío, pero después de ese momento estoy empezante a pensar que Levi no es tan mala persona.
Abro los ojos, sin darme cuenta me dormí pensando en Levi. Al ver que era de día me estresé por levantarme y vestirme para ir al colegio. Por el estruendo que hacía, mi madre subió las escaleras preocupada y como gran idiota que soy, ella al abrir la puerta me asustó haciendome tropezar con una ropa del suelo y coyendome al suelo. Con una portura patética en el suelo, mi madre se ríe con su típica dulce risilla, toma algo de aire y me anuncia la noticia:
- Eren, pequeño idiota, te has olvidado que hoy somos sábado y no hay clase - volviendose a reír.
- ¿Qué? ¿enserio? Madre mía, no puedo ser tan estúpido - riendome.
- Claro que puedes ser así de imbécil, Eren Jaeger.
Enseguida que escucho esa voz me levanto, se me hiela la sangre, y pasa en rabia, Levi.
- ¡Oh! El cascarabias a venido ¿qué te trae por aquí? Y sobretodo en mi casa. - mi madre toma la palabra.
- Pues Eren, justamente iba a venir a despertarte, al parecer pasarás todo el día con este chico.
- ¿Otra vez? Pero si ayer ya pasé la tarde con él.
- Eren -dice Levi- no tienes escapatoria alguna, acaba de vestirte y baja, tienes que desayunar antes de que salgamos.
Al decir eso enseguida me miro los pantalones y me fijo que estoy mitad vestido y ando en canzolcillos, me sonrojo de la vergüenza y me pongo rápidamente unos pantalones. De reojo noto que mi madre se ríe en silencio para no ofenderme, pero es tan despistada que ya me he dado cuenta, pero se lo perdono, esta situación es digna de reírse.
Una vez listo y preparado, bajo las escaleras rumbo a la cocina. Mi madre y Levi están sentados uno al lado del otro en silencio, esperándome. Me siento delante de mi madre, enfrente. Y para empezar una conversación pregunto:
- Mamá, ¿donde esta Mikasa? ¿y papá?
- Tu padre está en el trabajo y Mikasa se a ido a casa de una amiga.
- Ya veo.
La conversación se acaba ahí, de alguna manera preciento que Levi no dice nada por signo de respeto causando un ambiente algo incómodo.
Después de terminar, me despido de mi madre. Levi camina delante mio con un ritmo moderado, realmente no tengo ni idea a donde va pero igualmente yo le sigo. Caminamos un largo rato y como aún es algo pronto nos paramos en un bar para tomar algo. Pido un té y Levi por su lado, un café. Y ahí, después de mucho tiempo, Levi por fin me dirije la palabra.
- Dime Eren, ¿hay algún sitio donde quieras ir de la ciudad?
- ¿A que viene esa pregunta?
- Haz el favor de responder, Eren.
- Deja me pensar.
Durante un tiempo meditando, se me ocurre un lugar.
- Si tuviera que elegir sería el lugar que visitamos ayer - mostrando una gran sonrisa.
De repente noto a Levi algo sorprendido, lo cual me parece curioso y soy incapaz de no sacar una sonrisa. Él, al notar eso, se reconforta pareciendo que soluciona la incomocidad del sillón, toma la taza de café y se lo toma hasta sus labios, bebiendo por sorbos, como para dar una pausa. Al parar de beber lo vuelve a dejar en la mesa, sonríe y pronuncia las palabras "de acuerdo", luego permanece el silencio hasta acabar las bebidas y salir del bar.
En silencio, otra vez, estoy impaciente de ir a ese lugar tan hermoso. Y estoy tan contento que soy incapaz de no dar brincos. Al llegar a ese lugar, mi corazón comenzó a emocionarse, esta vez es el cielo azul que domina pero igualmente da una estupenda sensación y también muestra otra percepción del momento. Inconscientemente vuelvo a sonreír de tan espectacular instante, y vuelvo a tener tal impacto que ni siquiera escucho las palabras que me dirije Levi, una vez que me he dado cuenta que me ha dicho algo enseguida digo:
- ¿Eh? ¿qué has dicho?
- ¿No me has escuchado? Bueno, tampoco me extraña tanto por tu cara de felicidad.
- ¿Tanta felicidad transmito?
- Sí y ahora me toca a mi elegir el sitio que pasaremos toda la tarde.
- ¿Donde haz pensado?
- Vamos en el parque de atracciones.
- ¡¿Qué?! ¡pero si no tengo dinero!
- No te preocupes yo te lo pago - cuando dijo eso me sentí aliviado, pero claro, el sigue - aunque luego me lo tendrás que devolver.
Claro, sabía que no podía ser tan buena persona.
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Monstruo interno
FanfictionEren sufre de un gran problema, es bipolar. Sus padres, preocupados por el, le harán conocer a un chico llamado Levi, el cual estudia psicología.