Comienzo de las tardes

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Sentado, esperando, hoy es el primer día que empiezo las "nuevas" terapias, aunque pensándolo bien, creo que ni siquiera hemos avanzado sobre mi estado. El parque en la cual estoy, el lugar de quedada para cada tarde es realmente tranquilo y acogedor. Es el mejor lugar de esta pequeña ciudad, el mejor lugar de espera para ese necio, en fin, que se le va a hacer. Con el viento soplando desde mi espalda, sentado en este banco confortable y la melodía de los pájaros cantado, hace que sienta tanta paz que cierro los ojos. Pero recuerdo el día, la causa de porque tengo que tener estas terapias, si no fuese por ese hombre, si no le hubiera pegado hasta estar cubierto de sangre yo no seria así en este momento, seria el tipo mas horrible y cruel del planeta o puede que habría caído en depresión quién sabe. Si... Me acuerdo de ese día, fue cuando...
- Mocoso, ¿qué haces? No te duermas aquí estúpido.
Oh, vaya, el lento señorito por fin a venido con su espeluznante voz.
Abro los ojos - Buenas, te llevo esperando media hora, así que espero que tengas buenas razones por venir tan tarde.
- Lo siento, estuve bastante ocupado, una imbécil necesitaba mi ayuda.
- ¿Una imbécil?
- Si, una imbécil, incluso mas que tu.
- ¡Siento decirte que no soy imbécil! - con un tono algo irritado.
- Eso me lo tendrás que demostrar, bueno, basta de tonterías, empecemos ya de una vez con estas estúpidas terapias.
- Vale, y ¿bien? ¿Qué hacemos?
- Simple, te lo explicaré de la manera para que tu pequeño cerebro entienda, nos vamos de paseo.
- ¿Quę?
- Si, eso he dicho, de paseo.
- Que mierda es esa? Eso no va a ayud.. - me corta la palabra.
- Calla y andamos.
Empezamos a caminar, nos quedamos en silencio y no especialmente incómodo, realmente no hay tema que sacar así que ninguno de los dos insiste. Andando y andando, me doy cuenta que estoy completamente perdido, no se por donde vamos, nunca he ido por estos sitios de la ciudad, pero viendo la fría mirada de Levi, noto que está seguro de si mismo, sabe por donde vamos o al menos eso creo. De repente Levi se para, gira la cabeza, me mira y dice:
- Eren, tapate los ojos.
- ¿Eh?
- Has lo que te digo- diciéndolo con una mirada fria.
Cumpliendo sus órdenes cierro mis ojos, me coje de la mano y me va indicando el camino. Puedo sentir sus dedos cálidos al cogerme de esa manera tan segura y, de alguna manera, me siento emocionado por ello. El sonido de los pasos de Levi llega a su fin y con dice su única orden:
- Ya puedes abrirlos.
Sin ninguna respuesta hago lo que dice, al abrirlos veo un precioso paisaje, estamos en una calle lisa color gris, incluso alomejor plateado, dando la ilusión de que estamos en un enorme balcón, por la composición de las vallas blancas en el fondo. Al fondo de aquel escenario, detrás de esas vallas, se ve parte de la ciudad en miniatura, dando la sensación de ser los reyes de aquel lugar y con el toque final de la apuesta del majestuoso Sol. Me quedo maravillado por ese escenario, por ese paisaje, el viento pegando contra mi cara y el color naranja del cielo con ese toque de azul, hace que parezca otro mundo, un mundo de magia y esplendor hasta que la voz me hace volver en mi mismo.
- ¿Qué? ¿Te gusta?
- Es increíble, nunca imaginé que pudiese existir tal lugar.
- Ves, Eren, esto es algo bueno del mundo del que vivimos.
Girando la cabeza, y haciendo contacto visual con sus ojos plateados reflejando la luz naranja del Sol, noto una sonrisa de parte suya, una preciosa y orgullosa sonrisa la cual la dibujan sus maravillosos labios, esa es la escena que me hace pensar que es lo mas bueno y hermoso de este mundo, él, su sonrisa, en conjunto de este paisaje, esos factores hacen batir y sonrojar a mi corazón consumido por el odio.

Monstruo internoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora