Comienzo de una nueva visión

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Es increíble que tenga que ser el psicólogo de ese chico inocente, yo, el grandisimo Levi Rivaille, aunque sinceramente definirme como "grandisimo" es un cumplido exagerado. Voy pensando en los momentos que estuvimos juntos, es gracioso pensar lo inocente que puede ser, en todo caso le tengo que ayudar si o si sin importar lo que pase. El problema es que el mocoso no disfruta de su vida, mejor dicho, no disfrutaba de su vida. Durante estos días me he fijado que tiene una sonrisa mucho más alegre y bonita y tengo que hacer todo lo posible para que no se valla tal sonrisa. Como hoy somos domingo y no tengo nada que hacer me fui rumbo a la biblioteca. Los libros son una invención muy interesante del ser humano aunque a veces es imposible no leer uno malo de vez en cuando. Una vez llegado a mi destino me paso prácticamente todo el día ahí, buscando soluciones para Eren, leyendo libros de aventura, romance y otros temas. Viendo la hora y lo tarde que es decido volver a casa ya que ha oscurecido. Caminando y caminando paso por una librería extrañamente abierta aún a estas horas, viendo que detrás del cristal está situado un libro infantil de ilutraciones que consigue captar mi interés. En la portada se puede ver un chico de espaldas en una colina verde observando el cielo nocturno en la cual pasa una cometa. Lo gracioso es que el personaje de la portada de acuerelas de aquel libro me recuerda a Eren y sin ningún motivo más lo compré, pensando en regalárselo. Con el regalo en una bolsa de plástico, sigo mi camino hacia casa, pero otra cosa me llama la atención, una casa. No tiene nada de especial, es de talla normal, colores normales, materiales normales, una casa totalmente normal pero lo que sí me llama la atención es el cartel de afuera, al lado de la puerta de entrada que pone "familia Jaeger". Como tiempo me sobra y tengo un regalo en la mano para el hijo del propietario de esta casa pues decido sonar el timbre. Al momento de rozar el botón sin llegar al punto que suene, se escucha un ruido, la puerta de entrada de esa casa normal dónde reside mi cliente se abre, podiendo mostrar de esta manera la cara de Eren, que esta tiene una mirada sorprendida y increíblemente fría.
- Le-Levi ¿que haces aquí?
- Iba a venir como estabas, pareces apresurado ¿vas a algún sitio?
- Al hos... - el susurro disminuye hasta el punto del silencio.
- Eren no te he escuchado.
- ¡VOY AL HOSPITAL! - dice con un tono demasiado cabreado - este mundo de mierda... ¡MI MADRE NO SE MERECÍA MORIR! ELLA ME QUERÍA, ella me quería a pesar de que...- de repente en la cara de Eren pasa de ira a tristeza con tal confusión que las lágrimas son incapaces de no salir - ella me quería a pesar de tener este problema.
Lo entendí al momento, a pasado algo grave y Eren en estado débil de emociones se desploma cayendo con todo su peso sobre las rodillas al suelo helado. Reaccionando tras esa escena miserable hago una acción inapropiada en mí, me pongo de rodillas al igual que él y le abrazo tan fuerte como pueda. Eren desesperadamente me abraza como si fuera lo único que pudiera desahogarle, lo único que pudiera absorber sus lágrimas cálidas que estas caen en mi hombro, donde él, con la cabeza agachada, llora.
Estando en esta posición, en silencio, espero a que Eren se calme y podamos ir al hospital. Al coger un taxi hacia esa dirección me temo poder ver en los ojos de Eren toda la desesperación y angustia que puede tener, todos esos esfuerzos de devolverle el placer de vivir se han esfumado en un segundo por esta trágica noticia. Sí, este mundo no es tan rosa como lo pensábamos.
Al hospital los médicos nos acogen amablemente a pesar de la situación. Nos preguntan para ver el cadáver de la madre de Eren y nos avisan que hay que tener mentalidad para verlo, pero de todas maneras aceptamos, sobretodo lo acepta Eren. La escena es triste, lamentable. El cuerpo de aquella mujer ahora está desfigurada cubierta de una sangre carmesí ya seca. Es como si fuera un manequí, tan pálida y translúcida, da miedo tocarla, es esa sensación de tan frágil es algo que no quieres romperlo. Eren por su parte la mira de manera tranquila, coge su mano despreocupadamente, la besa y pronuncia sus últimas palabras hacia ella:
- Perdón mamá por no decirte y darte todos esos besos y "te quiero" que te merecías, pero no te preocupes, a aquella sonrisa de todas las mañanas que me alegrabas el resto del día no la olvidaré, nunca. Pero ahora ya no estás y lo que tengo delante de mi solo es tu carcasa, pero de todas maneras te deseo lo mejor aunque estés muerta, así que gracias por todo y sobretodo, te quiero mamá.
Tras esas palabras tan bonitas de Eren se le dibuja en su cara una sonrisa de paz y alegría a pesar de esta tragedia tan desafortunada.
- Lo lamento mucho joven Jaeger, también le tengo que decir que su hermana adoptiva, Mikasa Ackerman está en estado grave pero a pesar de eso sobrevivirá aunque a consecuencia de eso estará en rehabilitación y sobre su padre... Me temo que está en coma y no podemos saber en certeza si despertará o no.
- Gracias, si nunca hay algo nuevo digamelo enseguida.
- De acuerdo.
En ese momento se me ocurre una pregunta importante que tengo que hacer al doctor:
- Doctor, ¿cuál fue la causa del accidente?
- Al parecer fue un borracho que conducía demasiado rápido a pesar de ser carreteras estrechas provocando... Esto.
- ¿Sobrevivió? -dice Eren.
- Me temo que sí y por si fuera poco con heridas leves.
Tras esas palabras se ve esa mirada... Ira y odio le apodera, parece un psicópata a punto de cometer un crimen sin la sonrisa característica de cada cuál. Esos ojos indican que la locura de Eren se incrementa.

Monstruo internoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora