Crystal Dreams (Enmu Tamio)

✯°•Capítulo Cuatro•°✯

Sentimientos

Su mano acarició suavemente el rostro del chico, recorriendo especialmente las zonas donde estaban aquellas brillantes marcas.
     —Tamio...   —.
     Un sonrojo invadió su rostro, al tiempo que miró con confusión a Hitori.
     —¿De quién habla?—.
     Ella sacudió la cabeza un par de veces. ¿De quién era ese nombre? Aunque desconocer ese dato la inquietaba, lo más extraño era que desde que vio a ese demonio, algo dentro de ella sucedió: un extraño sentimiento de profunda nostalgia la invadió. Estaba ardiendo por dentro, una llama de peculiar energía calentaba su frío ser.
     —No lo sé—.
     Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, soltó la ruborizada cara del varón y le pidió que se levantara.
     Hitori no comprendía por qué un ser tan inferior como él le provocaba esas sensaciones tan extrañas a alguien como ella.
     —Yo soy la Luna Superior Cinco, Hitori. Tú eres la Luna Inferior Uno, Enmu—.
     —Así es...   Oh, esto es tan emocionante.  Conocer a una de las Lunas Superiores es una experiencia de lo más excitante. ¡Realmente puedo sentir el poder de su fuerza! Y nuestras marcas...    Oh, ¡es muy emocionante compartir esto con una Luna Superior!—.
     Miró fijamente al demonio por prolongado momento. Él no parecía entenderlo, pero ella creía firmemente que esas marcas y la sensación que tuvo al verlo eran más que solo coincidencias. Debía haber algo más. Además, el nombre que dijo jamás lo escuchó en otro lado, así que no entendía cómo se había articulado en su boca.
     —Y esa técnica de Sangre de  Demonio que usó para dormir a los de la residencia fue impresionante. ¿Sabe? También mi técnica de sangre de demonio consiste en dormir e irrumpir en los sueños de los demás -Sonrió el de cabello negro—.
     Nuevamente ella se sorprendió. Ambos tenían técnicas de sueño, además, había recibido señales relativas a él en sueños. "Tus Sueños". Eso era algo que podría conectarlos.
     —Luna Superior, déjeme aprender de su infinito poder...   Así, tal vez en algún momento pueda ser digno de intercambiar sangre con usted—.
     —Solo dime "Hitori"—.
     En el rostro del varón se dibujó la misma sonrisa muy emocionada de antes.
     —¡Pero qué noche más maravillosa es esta! Realmente tengo en frente a la gran Luna Superior Cinco y me pide llamarla por su nombre. ¡Esto es verdaderamente excitante! Me llena de felicidad—.
     —Luna Inferior Uno -Se acercó a él y lo miró fijamente— .
     Estando parados de frente, él era varios centímetros más alto que ella.
     —Solo dígame "Enmu"—.
     Se quedó mirándola fijamente, cercanamente.
     —Enmu...   ¿Alguna vez has tenido un sueño?—.
     —Desde que soy un demonio no he dormido. Pero tengo vagos recuerdos de sueños humanos. Y, si de otro tipo de sueños hablamos, mi sueño es poder volverme más fuerte—.
     «Tiene sueños».
     Estaba aún tan atónita, tanto que ni siquiera pensaba demasiado lo que decía. Y pensar que eso era culpa del ser frente a ella la llenaba de confusión.
     —Hitori-San….  Déjeme aprender de usted—.
     Por fin sus pies tocaron tierra. Esa era su oportunidad de acercarse a él. Además de ayudarlo a perseguir su sueño, podría averiguar qué eran esos sentimientos y recuerdos que vagaban por su cabeza al estar con él.
     —De acuerdo. Eres un demonio débil, seguramente, así que será difícil enseñarte—.
     —¿Realmente va a enseñarme, Hitori-San? -Miró con una sonrisa entusiasmada a la albina—.
     —Te enseñaré lo que pueda...   Espero que puedas seguirme el paso, al menos—.
     —¡Pero qué maravilla! ¡Haré todo lo posible para ser bueno con usted, Hitori-San!—.
     A ella jamás le gustó ayudar o enseñar, sin embargo, sabía que Enmu era alguien diferente. O al menos a ella la hacía sentir diferente. Deseaba poder hablar y estar junto a él...   Sin siquiera imaginarse el potencial error que eso podía significar.