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— Qu-qué es lo que.. acabo de ver? — pregunta su madre con miedo.

Yangyang no sabía cómo explicarlo, en ese entonces se acerca su padre con el ceño fruncido.

—Por qué te hace daño la plata? — pregunta el hombre.

Yangyang no respondió así que su padre agarró la mano de su esposa y le quitó uno de sus anillos.
El hombre agarra el brazo de su hijo y Yangyang intentaba retroceder y quitarle su brazo de la mano del hombre.

Acerca el anillo hacia la piel blanquecina de su hijo y al instante Yangyang empezó a sentir ardor.
— Ahg, sueltame — Jadea Yangyang, su madre no hace nada para detener al hombre.

Su padre le mira a la cara, y Yangyang vió que el piso se estaba manchando con su propia sangre.
En ese momento el hombre se cae hacia atrás, alejado de Yangyang como tres metros.
— Qué carajos — murmuró el hombre.

Frente de Yangyang se encontraba Kun, con una cara seria.
Yangyang tenía lágrimas en sus ojos que resbalaban por sus mejillas, le había dolido tanto.

— Estás bien? — Kun se gira para mirar a Yangyang y el segundo mencionado asintió mirando como lentamente su piel se regeneraba ya que la herida fue profunda.

La mujer fue en dónde se encontraba su esposo y lo ayudo a pararse.

— Así que por eso te querías ir.. te volviste un monstruo — habló su padre y miró a Kun — Algo me decía que no eras normal.

— Ser vampiro no es un monstruo — dijo Kun y sonrió ladino — Aunque pueden llegar a serlo para las personas que si se merecen.

Kun agarró las cosas de Yangyang y con la otra mano agarró la mano del menor.

— No vuelvas por la casa nunca más — dijo su padre, Yangyang ni siquiera volteó — Tú ya no eres mi hijo.

Dijo último el hombre para luego cerrar fuertemente la puerta, Yangyang empezó a sollozar y Kun le da un abrazo.

— ¿Por qué.. lo.. lo hiciste? — pregunto Yangyang entre sollozos.

— Lo lamento.. pero tarde o temprano vendrías conmigo, por qué eres mi pareja —  le dijo Kun.

— Eso solo lo inventé — dijo Yangyang refiriéndose a la mentira que le había dicho a sus padres.

— No.. yo me refiero a que tú, eres la pareja que el destino me dió — aclaró.

Yangyang lo miró confundido y luego recordó, había leído algo en un cuento de fantasías sobre las parejas destinadas.

— Entiendo — dijo Yangyang solamente. — En dónde iremos?, Dónde vives?.

— En un pueblo dentro del bosque, en dónde solo los vampiros viven ahí — explica Kun — ¿Quieres caminar o llegar ya?.

— Quiero caminar, No es lejos, ¿Cierto?.

— un poco — responde el peliazul.

— Si lo vampiros son.. rápidos.. ¿Yo también puedo ser así? — pregunto Yangyang.

— Si.. Ya eres un vampiro, pero serás rápido cuando bebes sangre — explica Kun y Yangyang le mira con una expresión de asco y Kun se rió.

Después  de que caminara un rato por el bosque, Yangyang ya estaba cansado, así que se sentó  encima de un tronco para descansar.

— Ya te cansaste? — pregunto Kun con burla.

Kun se sentó a lado de Yangyang, y el menor recostó su cabeza en su hombro.

— Quiero dormir — murmuró Yangyang.

Kun suspiró, así que se agachó — Súbete en mi espalda — le dijo.

Yangyang le miró — Soy muy pesado, olvídalo.

— Me alimento bien, fuerza y velocidad es lo que me sobra.

— Lo siento presumido — se ríe Yangyang y se sube encima de Kun, pasa sus brazos por el cuello del peliazul y el mayor pasa su brazos por la rodillas de Yangyang.

— No eres pesado — dijo sinceramente Kun, y las cosas de Yangyang en las manos del mayor.

Después de un rato llegaron al pueblo y la brisa desordena el cabello del menor.

Yangyang se baja de la espalda del mayor para mirar a los alrededores, ese pueblo era extraño y nunca se imaginó un lugar así.

Yangyang se gira para mirar a otra parte y frente a él se encontraba un chico, tenía apariencia de alguien de quince o dieciséis años y pálido al igual que Kun.

Yangyang salta por el susto.
— Tú pareja es lindo — el chico le mira detalladamente con una sonrisa.

— Más te vale no asustarlo — advierte Kun y agarra de la mano a Yangyang  para guiarlo dentro de una casa.

Las paredes eran negras con cortinas rojas, la decoración es muy linda según Yangyang.

— Eres mi pareja, y tendrás que dormir conmigo — Kun le saca de sus pensamientos.

— Está bien — acepta Yangyang y se encoge de hombros — No será tan malo.

— Vaya.. así que eres tú — Yangyang se sobresalta nuevamente y se toca el pecho.

— Oh.. mm hola — saluda torpemente Yangyang con el ceño fruncido.

— Hola — sonríe él que había aparecido de la nada — Soy Taemin, él padre de Kun.

Oh joder, es jodidamente joven y atractivo, ni siquiera se nota es su padre.

— Un gusto, soy Yangyang — se presenta — El niño que me asusto.. hace rato.. ¿Quién era?.

— Soy Jisung, hermano menor de Kun — dice detrás de Yangyang haciéndolo asustar nuevamente.

— Bien, bien — Kun aparta a Yangyang de su hermano menor — Tiene que ordenar sus cosas.

Jisung se encoge de hombros y desaparece nuevamente.

Kun le muestra la habitación, Yangyang admite que la cama es grande y la habitación el lindo.

— Apenas llegó aquí menos de una hora y casi me muero del susto tres veces.

— Te acostumbrarás — Kun le sonrió.

It Wasn't a Dream [KunYang]  ³ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora