unknown | HyungHyuk

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3 de Marzo del 2020; Seúl-Corea del Sur

-Cumplí con lo que me dijiste, espero lo que me prometiste- Aquella voz sonaba demasiado conocida para él.

-Claro, así mismo espero que nada salga de aquí, y si no cumples, ya sabes lo que te va a pasar- Escuchó como alguien caminaba no sabía a dónde pero podía deducir que estaba acercándose a él, no escuchó que el contrario con el cual estaba hablando respondiera, supuso que este asintió sin decir una sola palabra.

Otros pasos se hicieron escuchar pero estos se estaban alejando seguido de eso escuchó un picaporte y por último la puerta ser abierta y cerrada el mismo tiempo, no podía ver, pero si escuchar, debido a que sus ojos estaban vendados con una especie de trapo negro.

-Sé que ya estás despierto cariño- Era tan suave esa voz, trato de levantarse o moverse pero le era imposible debido a que todo su cuerpo parecía estar atado a algo.

-Eh eh eh, cuidado, intentas escapar, o haces un movimiento en falso, y obtendrás unas lindos castigos cariño- su voz era un tanto conocida para él.

No recuerda demasiado del cómo terminó en aquella situación, solo sabía que Jooheon estaba con él, no quizo pensar que tal vez aquel muchacho con una actitud risueña estuviera envuelto con ciertos criminales. Quiso gritar, pero no podía, aquel pañuelo que tenía en su boca estaba aplicado como una mordaza que le impedía gritar para pedir ayuda.

•••

Estaba aturdido, se sentía perdido, pensó en las miles de posibilidades en las que podía morir, su mente solo maquinaba aquellas atroces causas, depronto su mente dejó de pensar en posibles escenarios a pensar en aquellas personas, ¿Quiénera Lee Jooheon? ¿Quién era la otra voz?
Solo tenía esas dos preguntas.

-Despierta cariño, es momento de sacarte la venda-Su era tan malditamente suave y dulce, y a la vez tan cínica y fría.

La venda fue retirada de sus ojos y fue un alivio que al menos uno de sus sentidos estuviera libre, pero no duró mucho aquel sentimiento de libertad.

Y ante sus ojos vió, a aquel chico que alguna vez pensó que nunca le haría daño, y aún así terminó siendo el que causó un gran disturbio en su vida y siendo ahora su mayor pesadilla.