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-Changkyun, cariño-Llamó la madre a su hijo el cual estaba arreglándose para ir al Instituto.

-¡Voy mamá!-Gritó desde el segundo piso Changkyun.

-¡Apúrate! Que Kihyun debe atreverse a un examen importante a primera vez y si me llego a enterar de que por culpa tuya el no presenta ese examen, es un hombre muerto- amenazado a su hijo mientras prepara el pertenecían de aquellos.

-si, si, mira ya aquí-dijo mientras iba a bajando las escaleras.

-Changkyun, un poco más de respeto a nuestra madre-Entre dientes, espetó Kihyun, aunque fuera un amenaza, mas bien lo hacía con diversión.

-Ay dios mío, estos niños me van a terminar matando, ¡apúrense que se les hace tarde!-mirando su reloj de muñeca y frunciendo el ceño, apuntó su reloj y movió su cabeza en modo de negación.

Changkyun rio levemente mientras cogía su maleta y se la colocaba en la espalda, así mismo, Kihyun copiaba las acciones de su pequeño hermano. La señora Yoo fue a la cocina debido a que aun le faltaba darles algo a sus pequeños retoños. Regreso a la sala de estar y los vio aun acomodando sus cosas.

-bueno mis retoños de azúcar, ya saben... cuidado con los extraños, y mas tu Changkyun, se que sueles hablar hasta con los perros de los vecinos- vociferó mientras a este le entregaba una manzana.-y ahora con esto de que se rumorea de que uno de esos psicópatas anda suelto por el barrio, deben procurar tener aún más cuidado, la señora Lee dijo que su hijo Mark vio a un hombre encapuchado cerca de nuestros alrededores-anuncio la señora con cara de extremada preocupación.

Desde que encontraron a Hyungwon muerto de una manera tan despiadada, la noticia impacto en cada uno de los jóvenes que estudiaron junto a el, debido a que nunca pensaron que este llegara a morir de tal manera y demasiado joven, aquel acontecimiento llego de ser solo una aterrante noticia entre jóvenes que cursaban en la universidad, a ser una leyenda local que casi la mitad de la población de ese barrio empezaba a saber, debido a que los hermanos Lee se echaron a la fuga, el contundente pánico se hizo presente entre los jóvenes, algunos pensaron que Hyungwon solo había muerto debido a un asalto o un accidente, como comúnmente suele pasar a la mayoría de las personas, pero cuando salían los rostros de aquellas personas que estudiaron en aquel establecimiento, en las noticias y periódicos a nivel nacional, el pánico abundo demasiado en aquella época. Los estudiantes lo único que querían o imploraban, era el cambio de institución, pero como solo les faltaba poco para obtener aquellos títulos entre sus manos, no era demasiado factible el cambiarse cuando ya estaban un paso para estar en el mundo laboral, y cuando finalmente acabó toda su tortura, procuraron nunca mas regresar a aquellas instalaciones.

Esa era la historia con la cual Kihyun y Changkyun crecieron, con la que estaban acostumbrados a vivir su vida, no había día en donde su madre los inculcara con aquella anécdota, y era demasiado agobiante el que lo repitiera como si fueran Salmos de la Biblia, pero la realidad era así, incluso hasta el desconocido mas amistoso con el que te puedas cruzar era el malvado de la historia, incluso llegaron a pensar que aquello solo era para qué tuvieran miedo de salir o socializar, pero después de que consultaron con varios de sus amigos de estudio, todos supieron de decir que si era una historia verdadera porque algunos de sus padres eran ex alumnos de aquella instalación en donde el joven Chae asistió.

-Pero mamá... Mark tampoco es un Santo, siempre que regreso de casa lo veo que gente encapuchada distinta-Changkyun rodó los ojos mientras guardaba aquella manzana en uno de los bolsillos de su maleta.-Además, he visto que se intercambian cosas demasiadas extrañas en los callejones del barrio, de seguro fue uno de esos chicos que está rondando por aquí, debe estar buscando a Mark porque ese muchacho les debe algo-la miró con obviedad, negando con la cabeza.

-Ay Changkyun, pero aún así, procura de tener cuidado, ya sabes hasta las dos y treinta de la tarde tienes permiso para hablar o hacer todo lo que tengas que hacer, y a las tres en punto, te quiero aquí y si necesitas permiso, me llamas una hora antes, para razonar y saber si obtendrás ese permiso-Enmarcó una ceja, viendo como Changkyun sufría y hacia caras de tristeza mientras cogía el picaporte de la puerta para después girarla y abrirla.

-Mientras tu Kihyun, por favor, sé que ya estás grande y sabes cuidarte solo hijo, pero también ten cuidado, no sé que haría sin ustedes retoños de azúcar-Murmuro de manera audible y de manera suave, debido a que ella si se tomaba enserio las noticias, y tenía miedo de que a sus pequeños hijos.

Kihyun camino hacia ella y abrazó a su mamá dándole a entender de que él la comprendía y entendía su dolor.

Suspiró y acompañó a sus hijos donde se encontraba el auto aparcado fuera del hogar.

Changkyun miró a su madre sintiéndose culpable por pensar de una manera demasiado tosca, fue corriendo a abrazarla rápidamente y regresó a donde se encontraba el carro. Kihyun miró con ternura aquella escena que presenció, después se movió y entró al auto para mirar a Changkyun en el espejo retrovisor, viendo como este se dedicaba a despedirse de su madre con la mano.

Miró a su madre la cual también se despedía alegremente de los dos, él también copió el movimiento de manos de Changkyun y se despidió de su amada madre.

Mientras aquella escena familiar sucedía, alguién observaba en las penumbras al pequeño de los Yoo, lo tenía demasiado vigilado en los últimos días, y pronto haría un movimiento para que ese pequeño éste entre sus manos, porque sí, Jooheon siempre obtenía lo que que quería, y Jooheon quería a Changkyun junto a él.

unknown | HyungHyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora