Imposible |Ryomen Sukuna × (T/N)|

|Nuevo arco|

(voy a cambiar un poquito algunas cosas a la hora de escribir)

 Narumi

 Me levanté con un fuerte dolor de cabeza, mis caderas dolía y me sentía muy cansada. Busqué con la mirada al causante de mi dolor de caderas, pero no estaba en la cama.

 —Mmm??? — estaba confusa, su ropa no estaba.

 Me vestí y revisé la planta de arriba, al no encontrarle bajé a abajo y busqué por toda la planta. No había rastro de él en ningún sitio, ni siquiera platos o tazas sucios.

 Empecé a agobiarme, no podía contactar con el, ya que él no tenía teléfono y eso empeoraba las cosas. Fui de nuevo a mi habitación para coger mi móvil y llamar a itadori.

 Llamada

 ~Buenos días Narumi senseiii~ 

 Sonreí al escucharle tan animado por mi llamada—Buenos días Yuuji— 

—¿Has visto a Sukuna?— Tragué saliva, estaba muy nerviosa.

 —Mmm la verdad que no, voy a preguntarle al resto Senseii— escuché a yuuji gritar a los demás si le habían visto.

 —Nadie le ha visto sensei— habló apenado. 

 —De acuerdo, no te preocupes, hablamos luego precioso— reí al escuchar a itadori tartamudear cosas inentendibles por los nervios.

 —Te quiero mucho senseiii— al fin pudo hablar.

 Sonreí tierna aunque no me viera — Y yo a ti Itadori— colgué. 

 Fin de la llamada

 Automáticamente mi corazón empezó a latir rápido, el no saber donde estaba Sukuna me hacía estar muy nerviosa. Subí a mi cuarto rápidamente para ponerme mi traje de hechicera. Me estaba atando las botas cuando mi vista se detuvo en el armario que estaba levemente abierto, mis ojos se empezaron a nublar y mis manos temblaban. Su ropa no estaba y eso solo significaba una cosa. Me ha dejado sola y no va a volver.

 Mi corazón se negaba a creer eso, pero mi mente sabía la maldita realidad.

 Salí de casa y busqué por todas las calles que veía. Una hechicera de mi rango podría notar la presencia de Sukuna si pasa cerca de él, más o menos a unos 200 metros, pero no siento nada... ¿De verdad él me ha dejado??? No, él no haría eso, ¿no?. 

 Me dirigí a pie hacia la escuela sumergida en mis pensamientos y con un notable nudo en mi garganta, sentía que me rompería a llorar en cualquier momento.

 Cuando ya me encontraba en la escuela me paré en seco acordándome de alguien. Gojo

 ¿Tendrá algo que ver? Me vio besándome con Sukuna en la pista de hielo... ¿Lo ha..? Matado...? No tendría sentido, él lo separó de Itadori... No creo que haya sido él ¿verdad? ¿Y si han sido los jefes? Y sí... -

 —¡¿SENSEI?! ¡HAS VENIDO A VER A TU QUERIDO ALUMNO! ¡ERES LA MEJOR! — Itadori me sacó de mis pensamientos, estaba tan contento por verme que diría que hasta salían brillitos de sus ojos como los personajes en los animes que veo.

 Coloque mi mano en su rosado pelo e intenté que no se notara mi preocupación — Hola Yuuji— 

 Pronto apareció Megumi para saludarme también con una pequeña sonrisa—Hola Narumi— 

 —Hola a ti también Megumi —le di un toquecito en la nariz. 

 Megumi se cruzó de brazos como él solía hacerlo y me miró curioso—¿Has venido a ver a Satoru? —