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Capitulo largo

-¡NO JEY, NO LO HAGAS! -Grita haciendo que de un brinco en mi lugar.

Volteo a verla.

-Es lo único que me ayudara a olvidar todo de nuevo, Emma. - Digo desde el piso, con un nudo en la garganta.

Me mira con los ojos cristalizados.

-No Jey, hay más maneras para resolver esto-niego-si las hay, por favor no lo hagas.

Comienza a caminar lentamente hacia mí, ya que se encontraba en el marco de la puerta.

Trago grueso- No, es lo único que me hará olvidarme de la realidad.

-No, no lo es. Hablemos ¿sí?, pero no te drogues. No lo hagas, no retrocedas todo el camino que tienes ganado. No dejes que la tentación se apodere de ti- suplica con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Al verla de esa manera me siento la persona más miserable del mundo, la he hecho llorar.

Asiento no muy convencido

- No lo haré-suspiro- pero necesito algo para olvidarme de este dolor que me carcome.

-Yo te ayudare-se sienta a mi lado- solo dime, ¿qué fue lo que paso? ¿Por qué te has puesto así? Ayer estabas bien- agarra mis manos entre las de ella.

-Lo que pasó fue que, te acuerdas que te dije que iba al Bar-asiente-Yo he ido pero... fue lo peor que pude haber hecho.

Me mira con el ceño levemente fruncido.

-No te entiendo, ¿qué paso en el bar?.

-Bueno...

Una hora antes

-Solecito, me voy al bar. - Le informo - Después me van a despedir, por dudar una semana cuidándote -Bromeo.

Me mira mal- Si claro, échale la culpa a la boba, cuando tu -me señala- te la pasaste todo este tiempo acostado como un puerco.

-Yo no soy un puerco -exclamo ofendido.

-Si si, ya vete que se te hará tarde -mira el reloj en su muñeca_ Tengo cita con el médico, para un chequeo. - iba a hablar pero no me ha dejado _ No vas a faltar al trabajo, puedo ir sola no me pasará nada- Comentó acercándose para darme un pico, tomándome por sorpresa.

-S-sí, eh...espero todo salga, me llamas cualquier cosa, Adiós_ tartamudeo haciéndola reír. Le doy un sonoro beso.

Sin más salgo de la casa. Si ha pasado una semana desde que la dieron de alta. Me he quedado con ella todo ese tiempo, no quería dejarla sola y pues ella no se opuso. Esta mañana me ha llamado mi jefe un poco (tanto) enojado por no haber asistido en este tiempo.

Pero como tengo un gran amigo, me ha estado cubriendo.

(...)

- ¡He llegado! -Grito entrando al bar.

-Oh... Jey, no pensé que asistieras hoy-dice nervioso- ¿Emma no tenía una cita con el médico? -Asiento confundido- pensé que irías con ella.

Camino hasta estar en la barra.

Niego con extrañeza - no quiso que fuera con ella ¿te pasa algo?

El Principio de un finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora