Mi guardaespaldas [YOONMIN]

27

En la vida de Yoongi solo habían dos momentos tristes que desearía cambiar, el primero fue cuando se enteró que no fue arrebatado de los brazos de sus padres como él pensó y el segundo lo estaba viviendo en esos momentos.

Ver destrozado a Jimin era algo que destrozaba a su tonto corazón enamorado.

A veces dicen que el amor es algo que duele y es mejor no enamorarse nunca, pero la vida se trata de tomar riesgos y enamorarse es uno de ellos.

Jimin: Yoongi mi madre está muerta, me ha dejado solo.

Las lágrimas no paraban de bajar de esos preciosos ojos.

Yoongi: No claro que no Jimin, ella no te ha dejado solo, ella aún está contigo aunque no la veas.

En ese momento se encontraban en la habitación que le había asignado a Jimin quién se encontraba acostado abrazando una almohada mientras Yoongi se encontraba sentado en la orilla de ella sobando la espalda del menor, ambos mayores habían decido que era lo mejor, Hoseok se encontraba en la suya con Jennie quien cuidaba de él ya que se encontraba igual de destrozado que Jimin.

Era un golpe muy duro para los más jóvenes asi como también para el viudo.

Jimin: Todos me dejan Yoongi, todos me hieren, ¿tan mala persona soy como para merecer todo lo que me está pasando?

Yoongi: No digas eso, no eres una mala persona, de hecho eres la mejor persona que conozco y no todos te han dejado, no todos te han herido, yo estoy contigo y no dejaré que nadie te haga más daño, te prometo que quién hizo esto se arrepentirá, te lo juro.

Jimin giró sobre la cama quedando de frente con el mayor, con ambas manos tomó el rostro de Jimin e hizo que lo mirara, mientras que con los pulgares limpiaba las lágrimas que amenazaban con caer.

Jimin: Primero Mark me engaña y después mamá muere, ¿qué sigue? ¿Qué más quieren? ¿Acaso debo morir para que todo se termine?

Yoongi: ¡Basta ya Jimin, deja de decir estupideces! Lo de tu madre no se quedará así, yo haré que ese imbécil no siga lastimándote.

Jimin: ¿Tú sabes quién lo hizo verdad?

Yoongi: Si, yo sé quién está causándote todo este daño pero no puedo decirte nada, te repito lo de abajo, es tu padre quién tiene que decirte la verdad, eso no me corresponde a mí. Pero te eh dado mi palabra de que esto no se quedará así, confía en mi por favor y no pienses tonterías. Y por otro lado, lo de Mark es algo sin importancia, él no te amaba, no valoraba la gran persona que eres, no supo apreciar lo que tenía a su lado.

Sus sollozos cada vez disminuían, Yoongi retiró sus manos del rostro de Jimin y le sonrió de la manera más dulce que se pueden imaginar.

Jimin: No hagas eso.

Yoongi: ¿Hacer qué?

Jimin: Eso, decir algunas cosas lindas y después sonreír asi de bonito.

Yoongi: Oh ¿te molesta?

Jimin: No claro que no, pero siento bonito cuando lo haces.

Arrepentido, asi se encontraba después de haber dicho tal cosa.

Sus ojitos se encontraban un poco hinchados a causa del llanto, las mejillas rojas y sus labios solo un poco hinchados a causa de morderlos mientras lloraba, pero ambas cosas le daban un aspecto bastante tierno que hacían el corazón de Yoongi derretirse.

Yoongi: ¿Y eso te hace feliz o te hace sentir incómodo?

Jimin: Creo que me hace feliz.

Se sentó en la cama y con su pequeña manita hecha puños limpiaba las lágrimas que seguían bajando por sus bonitas, rojitas y gorditas mejillas.

Yoongi: Entonces lo seguiré diciendo para que sigas sintiendo bonito, porque eso es lo único que debes sentir, cosas bonitas que hagan a tu corazón feliz. Cada que este contigo haré todo lo posible por hacerte sonreír, quiero que siempre este en tus labios dibujada una hermosa sonrisa que muestre mucho más lo hermoso que eres.

Un sonidito tan tierno a los oídos de cualquier ser humano salió de los labios del menor.

Una tierna y hermosa sonrisa era tapada por las manitas del pequeño cuerpo que se encontraba en la cama.

Yoongi: Basta no hagas eso.

Se puso una mano en el pecho y fingió que algo se clavaba ahí.

Jimin: ¿Hacer qué?

Yoongi: Atacar a mi corazón con esa sonrisa tan hermosa. Moriré de ternura.

Jimin: ¡Qué cosas dices!

Y de nuevo esa preciosa melodía se hizo presente.

Yoongi: Deja de hacer eso, mi corazón no soporta tanta dulzura. No podré aguantar más, Park Jimin eres ilegal.

Jimin: ¿Ilegal? ¿Por qué?

Yoongi: Porque te has robado mi corazón con tu sola existencia.

Jimin: ¿Qué dices?

Yoongi: Talvez este no sea el mejor momento para decir esto pero si sigo guardándome todo terminaré por ahogarme. Me gustas Park Jimin, me gusta cuando sonríes de esa manera tan infantil que hace a mi corazón derretir, me gusta cuando te enojas y pareces un pequeño pollito pidiendo atención, o cuando haces berrinches por no obtener lo que deseas. Me gusta ver cuando el viento mueve tus cabellos. Y cuando lloras mi corazón duele mucho, quisiera que jamás en la vida sufrieras. Me gusta todo de ti, me gustas todo tú, y no puedo explicar todo lo que mi corazón siente. Las palabras no bastan para decir lo perfecto que eres.

Una sonrisita tímida se hizo presente por parte del pálido, y Jimin bueno, el prestaba atención a cada palabra que el mayor decía, sus ojitos mostraban un brillo que jamás se había visto con nadie y eso hacía más especial el momento.

Yoongi: No soy bueno con las palabras y quizás lo que te digo te parezca patético y ridículo, pero me encantas en todos los sentidos, hubiese deseado decir todo esto en un momento diferente, o quizás hubiese preferido jamás decirlo, fue un error decirlo pero mi corazón me obligaba a decir que te pertenece y no quiere a nadie que no seas tú, porque con todo y esos ojitos llorosos e hinchados y esos labios hinchaditos haces que mi mundo se ponga de cabeza.

Todo se convirtió en silencio, un silencio que asustó al pálido, hasta que esa sonrisa un poco más tierna de lo normal se hizo presente, el mayor confundido lo miró y cuando él estaba por hablar el menor se le adelantó.

Jimin: Creí que era el único que sentía eso, me asustaba tener un sentimiento así por mi guardaespaldas, pero estoy contento por que sientes lo mismo.

Yoongi: ¿Eso quieres decir entonces que…?

Jimin: También me gustas.

Y sin esperarlo más, ambos se acercaron y lentamente unieron sus labios en un delicado y tierno beso, talvez eso era lo que ambos necesitaban para olvidarse un poco del caos que había, un beso que ambos anhelaban era lo mejor que podía pasar para ellos y para el mundo.