Mi guardaespaldas [YOONMIN]

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Un mes y tres días habían pasado desde aquella extraña plática que había tenido Mark con alguien más, todos en la casa Min ya sabían de la relación que tenía Yoongi con Jimin, ambos decidieron decírselos a todos en una bonita cena que había preparado Jin. Algunos estaban más felices que otros por la noticia.

Obviamente el señor Park era uno de las personas que no se encontraba del todo feliz, por una sola razón, le faltaba ella, le faltaba su dulce esposa con quien pudiera compartir este bello momento y quien seguramente estaría muy feliz por ver como su pequeño jiminie estaba haciendo su vida con alguien que realmente sabía apreciar a su pequeño. El solo pensar en la reacción que ella pudo haber tenido, esa sonrisa que hacía que sus ojos formaran dos medias lunas mientras se cubría con sus dos delicadas manos, hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas, el solo recordar cada gesto que tenía ella le dolía ¿Por qué su esposa? ¿Por qué el amor de su vida? Ella no tenía la culpa de nada y terminaron con su vida en un abrir y cerrar de ojos, luchó contra todos esos infelices que entraron a su casa el día de su muerte, peleó como toda una guerrera, pero una mala jugada de la vida le arrebató el último suspiro y él estuvo ahí como se lo prometió, estuvo con ella hasta la muerte.

Habían pasado muchas cosas en ese lapso del tiempo, no solo estaban contentos por la relación que tenían Jimin y Yoongi, si no también por que de manera sorprendente Hoseok y Jennie habían dicho que ellos también tenían una relación, muy rápido ¿no? Pues sí, pero después de la llegada de la fémina, Hoseok quedó embobado por ella, pasaban tiempo juntos y cuando ocurrió la muerte de su tía ella estuvo brindándole cariño, y para ser sinceros formaban una bonita pareja juntos, él era muy cariñoso con ella, la trataba con amor y mimaba, solía llevarla a caminar por la casa y se acostaban bajo los árboles apreciando el cielo y las hermosas nubes, ella obviamente tuvo que contarle que pertenecía a la mafia y a él eso no le importó en lo más mínimo, entendía cuando se tenía que ir por asuntos de negocios o porque estaban siendo atacados por el enemigo. Jennie, bueno ella era una de esas chicas frías, duras y que siempre estaba seria, nadie se atrevía acercarse a ella porque ella se encargaba de alejar a todos, daba miedo con solo verla, pero con hobi era todo lo contrario, con él salía esa parte tierna y cariñosa que no todos tenía el privilegio de ver, en este caso, era ella quien había prometido a Hoseok protegerlo y no dejar que nadie lo tocara, porque si alguien se atrevía hacerlo ella se encargaría de hacerlo pagar y torturarlo de la manera más cruel que puede existir. El era tan frágil y tierno, tenía que tenerlo sano y salvo de quién sea.

Los días pasaron con normalidad y para los más pequeños eso era bueno, no habían recibido amenazas ni algo que atentara contra ellos, pero para los mayores eso no era buena señal, era raro que de pronto no tuvieran noticias ni señales de nada y eso solo los hacia estar más pendiente que nunca ahora que sabían que había un infiltrado, quizás solo estaban esperando el momento correcto para atacar y ellos no querían darle oportunidad, no dejarían que nadie tocara a sus parejas, y si se atreven a hacerlo provocarían una guerra de la cual solo podrías salir muerto.

Jungkook: ¿Hyung podemos hablar?

Habló un tímido Jungkook mientras veía fijamente a Yoongi.

Yoongi: ¿Dime?

Jungkook: ¿Pero puede ser en otro lugar? Es que—se quedó viendo a todos los presentes que estaban comiendo en la mesa— aquí hay muchas personas.

Los demás se veían entre sí, en la mesa se encontraban todos, Jimin, Yoongi, Hoseok, Jennie, lisa, Mark, Taehyung, el señor Park, Jin, Namjoon, y Jungkook. El tiempo que pasó fue perfecto para que las heridas de Mark y Taehyung sanaran por completo quedando en Mark varias cicatrices y en tae una pequeña y muy diminuta cicatriz.

Yoongi: Claro, ven sígueme.

Se pusieron de pie y caminaron hacia una oficina que había en la casa. En la mesa Jimin veía a tae con las cejas alzadas, tae solo levantó los hombros diciendo que no sabía por qué se había llevado a su hermano.