Solo esta vez

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ATENCIÓN
Este cap. Tiene contenido adulto explícito.
No leer si no se cumple los requisitos de mayoría de edad.



Jhor

Después de hablar con Elisif, volví a la sala del trono por mis acompañantes, encontré a Ydriell siendo bombardeada, por preguntas por parte de los demás miembros de la corte, Rubí solo veía de lejos.

-- Pero es extraño, el dominio solo envía embajadores cuando sienten interés.

__ Mi Lord, yo y mis compañeras nos tenemos que retirar.

Dije tomando a Ydriell de la mano y sacándola de la sala del trono, Rubí solo nos siguió.

- Jhor que sucede? Cuál es la prisa?

- Mi Thane hay algo que pueda hacer?

Rubí ya tenía más experiencia conmigo, así que sabía leer el momento.

__ Ve a cada vendedor, y Hechicero y compra todo pergamino que tenga de elemento fuego. Si el dinero que traes contigo no es suficiente, tráelos a la mansión.

- hechizos ofensivos o defensivos?

__ Ambos.

- si mi Thane.

Rubí se fue en dirección del gran mercado, era tarde pero por la promesa de una buena venta creo la atenderían.

Ydriell solo me miraba, mientras tomábamos un carruaje.

- Jhor...

__ te explico en la mansión, hay ojos y oídos atentos a nuestra presencia.


- está bien.

Tras una hora de camino, y dentro de la mansión ella hablo.

- Jhor puedo ayudarte en algo?

Creo que imito a Rubí, no quiere quedarse atrás.

__ si Puedes, Ve al sótano y lleva a la sala unas bolsas de oro, no sé cuanto necesitaremos, y tengo que preparar unas cosas en mi habitación, te explico todo cuando llegue Rubí.

*

Ydriell


Baje al sótano, también estaba iluminado como el resto de la casa.

Olía a polvo, a madera quemada, aceite, carbón, y hierro.

Era extenso y el aire era muy seco, el espacio era tanto o más que la casa, habían cajas y cajas llenas con armas y armaduras de todo tipo, vitrinas y exhibidores mostraban armas exquisitas, que denotaban una manufactura y calidad superior a las demás, también había varios bancos de trabajo, mesas de diseño, con papeles y garabatos, libros, carbón, tinta, plumas y piedra de afilar.

Lejos de todo lo demás, una fragua que estaba apagada, tenía un mecanismo para sacar el humo de la casa, a lo lejos se apreciaban la mesa de encantamientos y de alquimia.

Cerca de estas, estaban varias bolsas, rumas rebosantes de monedas de oro y plata (septims).

Me acerqué a ellas y vi otros dos pasillos, en uno habían varios maniquíes, con armaduras de toda clase, una me llamo la atención, era negra con detalles plateados de cuerpo completo, esas armaduras parecían muy solidas, también una caja fuerte realmente grande. Mi curiosidad me llevo al otro pasillo, la puerta estaba cerrada a cal y canto, se podía apreciar la vibración y escuchar tenuemente la caldera, que daba luz y calor a la mansión.

Mi Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora