El

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Que cálido...

Que cálida y cómoda me siento...

Tum, tum.

Qué es eso?

Que es ese ruido? digo envuelta en la densa niebla.

Tum, tum.

Quien hace ruido en mi cálido y cómodo reino.

Tum, tum.

Cállate!! No quiero salir de aquí, no quiero irme, me siento tan cómoda y segura.

Abro lentamente mis ojos solo para darme cuenta de que estoy desnuda, cubierta por la piel de un animal y... sobre un hombre desnudo. Alzo la mirada solo para que sus ojos se encuentren con los míos.

__ Descansaste?

-AAaaaahhhh !!De un salto me aparto de encima de él, mientras tiraba de la piel de animal para cubrirme el pecho, oh diablos lo deje desnudo.

El rubor cubre por completo mis pómulos.

__ Oye cuidado todavía estas muy débil.

Dejó de lado un arma extraña que tenía en su mano izquierda, parecía una especie de arco y lo apuntaba en dirección a la entrada de la cueva.

Acercó su bolso de viaje, tomo un frasco pequeño y rojo, me lo puso en las manos. Podría decirse que el lugar estaba oscuro, pero se podía ver a media luz.

__ bébelo te hará bien... anoche estabas muy fría por eso decidí calentarte, perdiste mucha sangre.

Descorche la poción y la bebí, extrañamente la poción no sabía amarga como estaba acostumbrada, tape con cuidado el frasco y se lo devolví al nórdico, intentando levantarme me di cuenta que mis piernas no respondían.

__ todavía estas débil, te tomara un tiempo componerte.

Decía mientras se levantaba y vestía a lo que yo solo mire para otro lado para mostrar algo de educación y decoro pero cómo?

Ya me había visto desnuda, y había calentado mi cuerpo con el suyo, no podía estar más avergonzada.

No voltee la vista, hasta que escuche el traqueteo, de que se estaba poniendo la armadura.

__ ponte esto.

Me paso un camisón, viéndolo de cerca era vino tinto, suficiente grande como para que entraran tres como yo, al ponérmelo note que me dolía todo el cuerpo, él se sentó de nuevo y sacó unas tiras de carne seca de su bolso de viaje y me las dio.

__ sé que tu gente no come carne, pero esto ayudara a reponer más rápido la sangre que perdiste.

No me gusta la carne, a ningún elfo que yo conozca le gusta la carne, quizá los Bosmer o quizá los Dummer, pero eso no importa ahora, tengo una pregunta, que no deja de darme vueltas en la cabeza.

Dejo la carne a un lado, y fijando mis ojos en los suyos me decidí a hablarle, pero eso solo me hizo tener otra pregunta, sus ojos no eran rojos anoche? ... lo abre imaginado mientras deliraba?

-Porque... porque me salvaste?. Dije apenas con un hilo de voz

__ Así que puedes hablar. Te diré si comes.

-no me gusta la carne.

__ es solo hasta que te recuperes.

Lo mire con cara de pocos amigos y tome las tiras carne, me las acerque a la nariz y las olfatee.

__ no están envenenadas, si te quisiera muerta no te habría salvado.

Di una pequeña mordida, tenía un sabor salado y era muy duro para mí, masticaba con mucha dificultad.

Mi Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora