Lienzo Ruso +18 © |Actualizándose lentamente|

16| Un espectáculo que admirar.

Ps.

Este capítulo es para aquellas lectoras nuevas, gracias por elegir leerme y darme la oportunidad, besitos y dejen la timidez que a mi me encanta leerlas. Disfruten.♥️

Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.🔥

-Friedrich Hebbel

Advertencia contenido +18
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Alik Lébedev 🎲

Una semana después.

Los entrenamientos han comenzado para Darihan, he estado al tanto de la situación y al parecer le está resultando más fácil de lo esperado y pensado, aprende rápido y acata ordenes, así como también las da.

No he cruzado palabra con ella desde que se fue de mi pent-house, me ha estado evitando y no he insistido más sobre el tema del desmayo. Elisabeth me hizo prometer no peguntar algo que probablemente podría estresarla e incomodarla, pero aun así no puedo evitar preocuparme.

Y no es que me preocupe ella, me preocupa que ponga en riesgo la vida de personas y mi empresa, pero igual nunca es tarde para dar marcha atrás.

—Es buena —me susurra Edik mientras continuamos viendo la pelea que se desarrolla— pero sigue sin estar lista, creo que quizás deberías enseñarle un par de cosas, ¿no?

—No, para nada lo creo.

Me niego, ¿Quién cree que soy?

—Ali, por favor, eres el mejor.

Me suplica con la mirada y paso de ella, no me convencerá. No esta vez.

—Eso lo sé perfectamente —acaricio mi barbilla con una media sonrisa— pero no soy entrenador.

Me cruzo de brazos poniendo mi total atención al frente e ignorando por completo a Edik.

Se escuchan los quejidos, los golpees son certeros y fuertes, todo indica que Donovan lleva la ventaja pero finalmente Darihan nos sorprende y termina de tumbarlo con una llave, inmovilizando por completo su brazo y cuerpo dejando así que el hombre se rinda con un par de golpes al suelo y ella lo suelta poniéndose de pie con una sonrisa orgullosa.

Entrecierro los ojos observándola más a detalle, su cuerpo fundado en ropa deportiva, su cabello agarrado en una coleta y el sudor resbalando por sus sienes. Inhalo y sonrío de lado hinchado ante su triunfo.

Se acerca a las mesas y comienza a secarse con una toalla, mientras no me pierdo ni un detalle de lo que hace, toma un poco de agua hasta que sus ojos se clavan en la ventana polarizada. Siento la energía de su mirada traspasar el cristal y es como si supiese que estoy al otro lado, como si sintiese que la estamos observando.

—Tienes razón, es buena.

—Eso quiere decir que la vas a ayudar con...

—No, eso quiere decir que es buena, pero que no por eso voy a perder mi tiempo con ella —le aclaro— tengo cosas más importantes que hacer, que enseñarle a la que finge ser novata lo que debe de hacer.

Ríe.

—Alik, creo que deberías de reconsiderarlo.

—Basta ya, no insistas. Mejor prepárate que la siguiente semana viajamos a Milán— le suelto antes de salir de la habitación e irme a mi oficina.

Necesitamos viajar cuanto antes a Italia, no quiero posponer esto por más tiempo y más porque ya se acerca la fiesta del 5to aniversario de Milév.

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